CORTÉS, HONDURAS. «No me voy a quitar hasta que me den dinero» era la amenaza de un niño, de aproximadamente 10 años, a una pareja que se conducía a bordo de un vehículo en el semáforo del segundo anillo, por la 27 calle de San Pedro Sula.
Unos hondureños denunciaron a través de Diario TIEMPO, que ayer, viernes, a eso de las 9:15 de la noche, fueron detenidos por un menor en el semáforo, quien quería dinero y ante la negativa porque no andaban efectivo, puso sus pies en una de las llantas del vehículo y aseguró que no dejaría que se movieran hasta que le dieran lo que pedía.
«Iba con el vidrio abajo y cuando me disponía a subirlo, un niño de la calle apareció de repente y comenzó a pedir dinero, no andábamos efectivo y le explicamos que no podíamos darle», dijo uno de los afectados.
Ellos relataron que cuando el semáforo se puso en verde se disponían a arrancar, pero el niño se prensó del automotor y no los dejó circular.
«El niño insistía mucho e incluso mencionó que andaba pistola. Le pedimos más de tres veces que se apartara del carro, pero él aseguraba que no se iba a mover, hasta que no le diéramos dinero», contó.
Los ciudadanos le advirtieron al niño que llamarían a la Policía, sin embargo, el menor dijo tranquilamente que los llamaran, porque los que iban a ir presos eran ellos, ya que se inventaría que lo estaban tratando de secuestrar.
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«El semáforo ya se había puesto más de dos veces en verde y no podíamos avanzar, estábamos en la oscuridad y empezamos a temer por nuestra vida. Tratamos de llamar al 911, pero nunca atendieron e incluso fingimos que hablábamos con la Policía, pero el menor no se movía», relataron.
Los jóvenes contaron que se sentían contra la espada y la pared, ya que no podían avanzar porque el niño iba a salir lastimado e incluso, temían que él anduviera acompañado de algunos malhechores.
«Empezamos a buscar dinero para darle y que se fuera, encontramos unos lempiras, pero el niño no los aceptó y dijo que era muy poquito», indicaron.
El menor por unos segundos se soltó del carro y fue cuando los jóvenes rápidamente arrancaron y se fueron del lugar, no obstante, vivieron momentos angustiantes, ya que estaban por una zona peligrosa.
Llamado a las autoridades
«Hacemos un llamado a quien corresponda, al DINAF o la Policía», para que otras personas no se sientan en peligro o acorralados y para que ayuden a estos niños, dijo la pareja.
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