ESTADOS UNIDOS. Nani Gonzales es una niña hondureña que estuvo por al menos ocho semanas en diferentes centros de migrantes tras atreverse a cruzar sola la frontera en busca del «sueño americano».
Hoy, Nani se encuentra reunida con sus parientes, tras pasar un viaje lleno de miedo e incertidumbre y sobre todo sin poder estar acompañada de sus padres.
Esta pequeña emprendió un viaje junto a su madre y un coyote desde Honduras, pero cuando estaban a punto de cruzar el río Bravo, fueron detenidos por agentes de migración. A su madre la deportaron bajo el título 12, que significa que debido a la pandemia del COVID ,permiten expulsar a los inmigrantes.
La madre tomó una difícil decisión, y fue enviar a su hija sola a que volviese a intentar cruzar la frontera y llegar a los EE.UU. Esta pequeña pasó al menos dos meses en diferentes albergues. Luego pudo volar hasta el estado de Kentucky junto a una trabajadora social para reunirse con una tía.
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Una nueva vida
Nani fue recibida con una gran abrazo por parte de su tía en el aeropuerto, quien también la adoptó para que no permaneciera a la deriva en los centros para migrantes. Esta niña por fin pudo reunirse con sus parientes y al mismo tiempo comunicarse con su madre y demás familiares hondureños.
Ahora Nani comenzó una nueva vida en un país donde, seguramente, tendrá mejores oportunidad. Además, mantiene la esperanza de reencontrarse pronto con su madre, quien permanece en México.
La progenitora de está pequeña espera una nueva oportunidad para llegar a los EE.UU. y poder empezar una nueva historia con su hija.
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