REDACCIÓN. Otra demanda más se suma a la lista de Netflix, esta vez, por plagio en la serie de Stranger Things, creada por Matt y Ross Duffer, pues la parte demandante aseguró que la idea real es de un guión llamado Totem.
The Wrap, la empresa de entretenimiento demandante, se presentó el miércoles 15 de julio en la corte federal de California para presentar el acta de inicio procesal.
Irish Rover Entertainment, por su parte, apuntó que Stranger Things ha copiado varios elementos de Totem, un guion escrito por Jeffrey Kennedy. Este, incluye «trama, secuencias, personajes, temática, diálogos, tono y ambientación, así como arte conceptual, protegidos por derechos de autor», dijo.
Al parecer siempre que se trata de una serie tan original, Netflix ha copiado estas ideas de otros guiones ajenos. Por lo cual, han señalado que parece que Netflix solo tiene creatividad propia cuando se trata de series con fuerte contenido sexual, de lo contrario, no.
De acuerdo con la explicación de la demanda, los dos proyectos (Totem y Stranger Things) están conectados por un hombre llamado Aaron Sims. Él trabajó estrechamente con Kennedy durante su desarrollo. Mientras que, a Sims lo contrataron posteriormente para crear el arte conceptual para las dos primeras temporadas de Stranger Things.
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Idea de Totem
Kennedy guionista de Totem, explicó que tuvo la idea de esa serie después de la muerte de un amigo de la infancia, Clint Osthimer, quien sufría de epilepsia.
Durante su infancia juntos en una zona rural de Indiana, Osthimer y Kennedy lidiaron con la amenaza constante de la epilepsia. Según el documento, esa enfermedad fue el «demonio personal» del joven.
Sin embargo, ese problema de salud dio pie a una trama en la que el niño sufre «lluvias de rayos en su cerebro. Estas tormentas eléctricas o ataques lo envían a un plano sobrenatural alternativo donde reside el demonio».
El escrito de demanda intenta explicar las similitudes entre la historia de The Wrap, Totem y Stranger Things de Netflix.
En Totem, uno de los personajes es una niña llamada Kimimela que tiene poderes sobrenaturales. La protagonista, ayuda a sus amigos a encontrar un portal a un plano sobrenatural alternativo y les ayuda a luchar contra los habitantes de ese plano.
Sin embargo, el enemigo, un espíritu oscuro llamado Azrael y su ejército acechan. También, relata una historia que recuerda al papel de Eleven en la serie.
En su defensa, Irish Rover Entertainment acusa a los creadores y a la plataforma de infracción de derechos de autor.
«El señor Kennedy ha estado vendiendo estas teorías conspiratorias exageradas durante años, a pesar de que Netflix le ha explicado repetidamente que los hermanos Duffer nunca habían oído hablar de él o de su guion inédito, hasta que comenzó a amenazar con demandarlos», respondió Netflix.
Netflix se defiende
En su versión, Netflix explicó: Tras negarnos a ceder ante sus peticiones de pago, presentó esta demanda sin fundamento».
No obstante, hay que recordar que esta no es la primera vez que los Duffer son acusados de plagio. Puesto que en 2018 el cineasta Charlie Kessler dijo que habían copiado uno de sus cortometrajes, titulado Montauk, y un guion llamado The Montauk Project. Ambos ambientados en la ciudad del mismo nombre y hogar de «varias leyendas urbanas, paranormales y teorías conspiratorias».
Los creadores también se defendieron en aquella ocasión, alegando que dichos proyectos «no tenían conexión con la creación o desarrollo de Stranger Things» y que la demanda no era más que «un intento de sacar beneficio de la creatividad y el trabajo duro de otros».
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