HONDURAS. Un 26 de marzo del 2013, un joven copaneco de nombre Said Castrillo estaba tranquilamente en una habitación de su casa en la residencial San José de Pedregal, junto a su pareja Laura Knight y su hija menor, y en otro cuarto descansaba su amigo Fernando Sanabria.
El reloj marcó las 11:30 de la noche cuando Castrillo decidió ir a dormir. La esposa procedió a decirle a la trabajadora del hogar que no le pusiera seguro al portón que daba al exterior de la casa. «Por cualquier emergencia», argumentó.
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Pero, la sospecha ante ello incrementó, pues la mujer apagó las cámaras de seguridad a las 12:35 de la noche. Luego, salió de la casa en la camioneta de su esposo, y se dirigió a la colonia Zerón. ¿Para qué? La información que obtuvieron las autoridades revelan que en ese sitio ella se reunió con Nadab Mejía Coca, su amante.
El argumento de los fiscales encargados del caso detalló que ambos regresaron a la casa, donde permanecía dormido el esposo de Laura. Después, tomaron un cuchillo de la cocina, apuñalaron a Castrillo y le cortaron el cuello.
Posterior a ello, fueron a la habitación de Fernando Sanabria, y con el mismo cuchillo le asestaron varias heridas. La víctima quiso defenderse, pero le dispararon con un arma de fuego, sostuvieron en los juicios.
Los cadáveres fueron arrastrados de la casa, envueltos en sábanas y metidos al baúl de una camioneta que dejaron abandonada. Pasaron los minutos, y Laura Knight llamó a la Policía, diciendo que hombres encapuchados han ingresado a la vivienda y que secuestraron a su esposo.
Así es como ingresa a la historia Nadab Elí Mejía, quien asesinó al esposo de su amante. Sin embargo, fue hasta el 5 de septiembre del 2014 que extraditaron al hombre desde Argentina, sitio donde también estaba Laura.
La extradición de la mujer fue un poco más tardía, pues tenía también nacionalidad argentina. Fue para el 26 de septiembre de 2016 que un juez dictó sentencia y condenó a 50 años de cárcel a Nadab por los crímenes de Said Alfredo Castrillo y Fernando Sanabria Díaz.
A Laura Knight la condenaron a 60 años de prisión por los delitos de parricidio y asesinato. A la sentenciada se le impusieron las penas intermedias, contrarias a las máximas que pedían los acusadores, ya que le dieron 35 años por parricidio y 25 años por asesinato, para sumar 60 en total.
Nadab Mejía entró en esta historia de tal manera, al ser amante de Laura Knight. Según explicaron las autoridades en su momento, ambos planificaron el crimen para acabar con la vida del esposo de la mujer.
En ese tiempo, Nadab Mejía era un joven, incluso sus padres aseguraban que no era un asesino. Manifestaron que en ese momento, él estaba celebrando su cumpleaños, según testigos, pero la jueza determinó que estaban suficientes pruebas para condenarlo.
Cuando el padre del joven brindó esas mismas declaraciones confirmó que cuando su hijo había estado en el país, sostuvo una relación con Laura, pero que ella estaba separada de su esposo.
