San Pedro Sula. La Municipalidad de San Pedro Sula procederá legalmente contra unas 60 familias que mantienen invadida una parte de la zona núcleo del acuífero Sunseri. Este lugar se encuentra específicamente en una delta entre los ríos Blanco y Bermejo.
La situación estalló recientemente, pero las invasiones vienen de semanas atrás. Las personas que ocupan esta área aducen que no tienen otro sitio donde vivir. El peligro, según el alcalde de San Pedro Sula, es que la ciudad podría quedar sin agua, pues esta zona invadida proporciona el 90% del agua potable.
El gerente de la División Municipal Ambiental (DIMA), Luis Beltrán, especificó que, por tratarse de una propiedad privada, la ley no faculta a la Municipalidad para que actúe de oficio. Con todo, Beltrán explicó que el procedimiento a seguir es presentar la denuncia ante el Ministerio Público para que actué de oficio y también ante la Procuraduría General de la República.
«Es una situación crítica, un tema que nos debe llamar a la reflexión y declararlo como una emergencia en el país. Especialmente en la ciudad porque prácticamente se ha perdido el respeto por la propiedad privada», enfatizó el gerente del DIMA.
Por otra parte, Beltrán indicó que el acuífero Sunseri ocupa un área de 612 manzanas de tierra. La zona núcleo, que consta de 120 manzanas de extensión, está invadida por entre 30 a 60 familias; además, se trata de la más importante puesto que posee una alta productividad de agua, según el gerente de DIMA.
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Un riesgo para toda San Pedro Sula
Existen varios otros grupos invasiones en los sectores aledaños al acuífero Sunseri. En ese sentido, Beltrán indicó que persiste el riesgo de que se incremente el número de invasores si no se logra ejercer un control eficaz.
«Es un riesgo, la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente a nivel de país debería pronunciarse porque no es solamente jurisdicción de San Pedro Sula. Sino que afecta toda la cantidad de agua que podríamos darle a las próximas generaciones», denunció Beltrán.
Manifestó que los invasores han derribado árboles en un aproximado de cinco manzanas de terreno, provocando una degradación ambiental. «Al tener actividad humana en esa zona viene la deforestación y contaminación que estaría amenazado a las próximas generaciones, dejándolas sin agua o con aguas contaminadas«, acotó Beltrán.
Negociaciones empantanadas
Además, refirió que, junto a representantes de la Fiscalía del Medio Ambiente, se apersonaron al lugar para consensuar una salida pacífica con los invasores. Sin embargo, estos se negaron, asegurando que necesitan de ese lugar, pues no tienen otro sitio a donde vivir con sus familias.
«Entendemos la situación asimétrica que vive el país con el acceso a la vivienda. Pero no podemos permitir que un área tan importante para la ciudad sea invadida y perdida«, dijo el funcionario como respuesta a los alegatos de los invasores.
Beltrán reiteró el llamado para que los invasores desistan de su idea de quedarse en las tierras que ocupan: «les hacemos un llamado para que desalojen esa área; es una zona de reserva de agua». Además, recalcó la amenaza que representan estas personas: «prácticamente unas 30 a 60 familias estarían amenazando al millón de sampedranos a quedar sin agua«.
«No cederemos una pulgada de ese terreno»
Por su parte, el alcalde Roberto Contreras indicó que, de momento, han tenido retraso para interponer la demanda respectiva debido a la huelga que mantienen los empleados del Ministerio Público (MP), quienes piden que les incrementen sus salarios. Con todo, Contreras hizo un llamado a los invasores para que abandonen las zonas ocupadas.
Y les recordó que su accionar podría acarrearles consecuencias legales. «Le pedimos a estas personas (invasores) que se retiren inmediatamente porque no cederemos una pulgada de ese terreno; de hecho, los daños que han causado son penables», declaró el edil sampedrano, quien concluyó: «realizaremos una manifestación con el pueblo porque no dejaremos sin agua a nuestros hijos».