REDACCIÓN. El tabaco, la hipertensión arterial, la obesidad, el colesterol elevado y la falta de ejercicio son los factores de riesgo más habituales de infarto. Pero existen otros, los llamados factores de riesgo no tradicionales, que son menos conocidos pero también ponen en jaque el corazón.
Hablamos del estrés, los trastornos del sueño y la fatiga. Según un estudio presentado en la Conferencia de la Organización Europea de Accidentes Cerebrovasculares, estos episodios están aumentando de forma mucho más brusca entre las mujeres que en los hombres.
Los hallazgos son un motivo de peso que evidencia que el infarto no es una enfermedad masculina como tiende todavía a pensarse. Asimismo da un toque de alerta para las mujeres, que deben cuidarse más ellas y probablemente menos a los demás.
Le puede interesar: ¿Sabes cómo aliviar el dolor de cabeza en solo 30 minutos?
El estrés pasa factura
Conocer la incidencia de los factores de riesgo de cualquier enfermedad es el primer paso para establecer programas de prevención.
El problema es que, en el caso del infarto, hay muchos datos sobre los factores de riesgo habituales (hipertensión, obesidad, tabaquismo) pero pocos sobre los que no son tan típicos (estrés, fatiga e insomnio).
Para subsanar ese vacío, los autores del estudio compararon datos de 22.000 hombres y mujeres de la Encuesta de Salud Suiza de 2007, 2012 y 2017.
Ellos observaron un aumento «alarmante» en el número de mujeres que reconocieron padecer los factores de riesgo no tradicionales de enfermedad cardiovascular.
La tendencia que coincidió con un aumento en el número de mujeres que trabajan a tiempo completo, del 38 % en 2007 al 44 % en 2017.
Más fatiga y trastornos del sueño
El estrés conlleva muchos efectos colaterales y los más evidentes son la fatiga y los problemas para dormir. Todo ello es caldo de cultivo de muchos problemas de salud, entre ellos el infarto.
Según el estudio, en ambos sexos, el número de personas que informaron tener estrés en el trabajo aumentó del 59 % en 2012 al 66 % en 2017. Los que manifestaron sentirse cansados y fatigados aumentaron del 23 % al 29 %. Pero en este caso también fueron las mujeres las más afectadas:
- Un 33 % de mujeres aseguró sentirse fatigada frente a un 26 % de los hombres.
Los casos de trastornos del sueño también aumentaron (del 24 % al 29 %), pero los más graves aumentaron drásticamente en las mujeres (8 %) que en los hombres (5 %).
El estrés siempre pasa factura, pero a tenor de estas cifras, es más alta en la mujer.
Los factores típicos de un infarto se estabilizan
En 10 años, los factores de riesgo no tradicionales de infarto se han disparado en la mujer, pero no todo es negativo. El mismo estudio revela que los factores de riesgo típicos se han mantenido estables en una década.
- Hay un 27 % de hipertensos.
- Los casos de colesterol elevado siguen en un 18 %.
- La diabetes supone un 5 %.
Solo la obesidad aumentó un 11 % y el tabaquismo disminuyó de 10,5 a 9,5 cigarrillos diarios. Ambos fueron más frecuentes entre los hombres.
Toque de alerta para las mujeres
Los resultados de este estudio son una señal de alerta para todos pero en especial para las mujeres, ya que normalmente se le da mucha menos importancia a factores como el estrés que a la hipertensión.
Si una persona tiene la presión arterial por las nubes acude al médico y acaba tomando fármacos para controlarla.
Pero el estrés no se enfrenta con la misma determinación, aunque puede ser muy dañino. Algo de lo que deberían tomar nota las mujeres ya que son las más afectadas.
«Nuestro estudio encontró que los hombres eran más propensos a fumar y ser obesos que las mujeres, pero las mujeres informaron un mayor aumento de los factores de riesgo no tradicionales de infarto e ictus como el estrés laboral, los trastornos del sueño y la sensación de cansancio y fatiga», señalan el doctor Martin Hänsel y la doctora Wegener, autores del estudio.
Los doctores del Hospital Universitario de Zúrich tienen claras las razones:
- «Este aumento del estrés laboral femenino coincide con el número de mujeres que trabajan a tiempo completo».
- Muchas tienen que hacer «malabarismos entre el trabajo y las responsabilidades domésticas».
- «Y las demandas específicas de salud de las mujeres no siempre se tienen en cuenta en nuestra ajetreada vida diaria», alertan.
Tradicionalmente se ha percibido que los hombres se ven más afectados por ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares que las mujeres, pero en algunos países las mujeres han superado a los hombres.
«Existe una brecha de género y se necesita más investigación para averiguar por qué», advierte el doctor Wegener. Quizá las causas de ese aumento de casos residan en parte en el estrés que soportan las mujeres hoy en día.
Fuente: Saber Vivir.
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: http://bit.ly/2LotFF0