Redacción.- El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), contabiliza unas 200 mil mujeres desaparecidas en los últimos cinco años en Honduras.
La situación de violencia contra las mujeres y niñas cada vez es más frecuente. Entre los años 2018 y el 2022, el ente reporta un total de 1,979 desaparecidas, de las cuales 75 resultaron asesinadas.
Por otro lado, sólo en el 2022, la línea de Emergencia 911, atendió 94,673 llamadas por violencia doméstica y maltrato familiar.
Durante el primer semestre del 2023, la Secretaría de Seguridad registró 219 muertes violentas de mujeres y femicidios. Es decir, un promedio de 36.5 víctimas mensuales, la más alta de los últimos años.
«Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia»
La Comisión Interinstitucional de Seguimiento a las Investigaciones de Muertes Violentas de Mujeres y Femicidios (CISMVMF), enfatizó en que todas las mujeres en Honduras, sin importar su condición, posición social, grupo étnico, edad, orientación sexual, religión, identidad política y demás, deben gozar del derecho a una vida libre de todas las formas de violencia.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), uno de los entes que integra la CISMVMF, remarcó que frente a la situación de violencia contra las mujeres y niñas, se necesita dar una respuesta interinstitucional, multisectorial, con enfoque territorial e integrarse desde las instancias locales en un «Plan de Acción».
Plan de Acción para la protección de las mujeres
La CISMVMF detalló que el plan debe contemplar iniciativas pilotos, en los lugares donde exista mayor proporción de violencia y muertes violentas de mujeres.
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Por esta situación, la Comisión prioriza el fortalecer las acciones de prevención y la mejora sustantiva de los servicios de atención. Además, apunta que es igual de importante la adopción y armonización del Protocolo Latinoamericano de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres por razones de Género.
También hacen un llamado enérgico, a todos los sectores, para que contribuyan y coadyuven a frenar los discursos de odio hacia las mujeres. Mientras, se garantice un abordaje informativo respetuoso de los derechos humanos y se evite la revictimización.