REDACCIÓN.- Su nombre es Ashley Garner, una estadounidense que perdió su anillo de bodas días antes de que el huracán Ian devastara la costa del suroeste de Florida. La joven no tenía esperanza alguna de poder encontrarlo, pero el destino se lo mandó de vuelta en el lugar menos pensado.
Ashley Garner, residente de Fort Myers, es consciente que las señales de Dios no son ninguna coincidencia y lo que está hecho para uno, siempre se cumplirá de alguna u otra manera. “Dios proveerá. Siempre lo hará”, es el mensaje que escribió en Facebook tras encontrar paz en su interior.
Como se precisó líneas más arriba, Garner perdió su anillo de bodas frente a su casa pocos días antes de que el huracán Ian impactara contra la costa del suroeste de Florida.
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La búsqueda
Con ayuda de su esposo y de sus tres pequeños hijos, comenzó la búsqueda del anillo en el interior de la casa, patio y garaje. Tras dos días de revisar cada rincón del hogar, el objeto nunca apareció.
“Simplemente acepté que se había ido. Era solo una cosa. Es reemplazable, y simplemente lo dejé pasar. Sabíamos que se acercaba el huracán, así que simplemente nos despedimos”, aseguró Garner, según las declaraciones que recogió el portal New York Post.
Como se sabe, la tormenta trajo en Florida vientos de 150 mph (milla por hora), que hicieron volar árboles y arbustos. Por suerte, la casa de Ashley no se vio afectada en cuestiones a daños materiales, pero sí dejó mucha suciedad en los exteriores.
Cuando el cielo se despejó, la mujer y su familia salieron a limpiar y fue ahí cuando se dio el tan esperado hallazgo del anillo.
El anillo en la maleza
De acuerdo al testimonio de Garner, su esposo Blake comenzó a limpiar el garaje y procedió a retirar los arbustos que había traído el fuerte viento.
“Llevamos unos 10 minutos de limpieza y mi esposo está limpiando la maleza y los árboles justo al lado de la puerta del garaje”, dijo Garner, quien hasta ese momento no se había percatado de nada hasta que su conyugue se movió.
“Hay una pila de arbustos y árboles, y él se mueve sobre una pila, y el anillo estaba justo allí”, agregó. La mujer ya había perdido la esperanza de encontrar su anillo, pero Dios se lo mandó de vuelta, como así lo indicó en un reflexivo mensaje en Facebook, tras el paso del huracán Ian.
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