Vic Au-Yeung es una mujer originaria de Reino Unido, que descubrió que tenía una segunda vagina «pequeña» al quedar embarazada.
Según declaró la mujer, desde que era adolescente experimentaba dolores y flujos abundantes de sangre en su periodo menstrual.
Cuando ella tenía 16 años le diagnosticaron una extraña condición y es que tenía dos matrices. No obstante, luego descubriría que también tenía dos cuellos uterinos y canales vaginales.
“Todos los meses pasaba tiempo en la sala médica de la escuela desmayándome por la pérdidas que tenía”, recordó Au Yeung para The Mirror. En ese tiempo los médicos le dieron la noticia de que tenía 2 matrices, lamentando que por esa razón nunca podría ser madre.
No conforme con este diagnóstico, hizo su propia investigación sobre su padecimiento y pronto descubrió que ser madre no sería imposible.
“Cuando di a luz, los médicos ya sabían sobre mis úteros, pero fue mientras me examinaban durante el trabajo de parto que mi obstetra se dio cuenta de que tenía 2 cuellos uterinos”, relató.
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Una afección ósea congénita
La madre finalmente tuvo una respuesta sobre por qué los tampones le habían fallado en el pasado y le diagnosticaron con el síndrome de Klippel-Feil (KFS), una afección ósea congénita en la que al menos dos vértebras cervicales permanecen fusionadas e inmóviles.
La condición puede ser el resultado de que un gemelo no se forme correctamente en el útero y el bebé sobreviviente herede dos juegos de órganos reproductivos.
Asimismo, comentó que debido a la presencia de sus 2 vaginas, un prolapso le sucedió al nacimiento de su hija. “Me dijeron que era piel que dividía mi vagina normal, aparte de una segunda vagina que era indetectable, pues era de un tamaño muy pequeño”, añadió.
Maravilla médica
Los especialistas que la atendieron durante el parto la llamaron “maravilla médica”, comprometiéndose a continuar llevando su caso para remediar su situación. Le propusieron que se sometiera a una cirugía reconstructiva.
Pasaron varios años, incluso llegó a tener dos hijos más, pero luego del tercero le diagnosticaron endometriosis en etapa 4 –tejido fuera del útero que provoca inflamación y en ocasiones adherencias entre órganos–, por lo que debió realizarse una intervención llamada histerectomía: una operación para extraer el útero de una mujer.
“Dejar de sentir dolor es absolutamente un cambio de vida”, afirmó la mujer, luego de afrontar el procedimiento quirúrgico que anuló sus constantes dolores.
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