YORO, HONDURAS. Una mujer se abalanzó y lloró encima del cadáver de un jovencito en el pintoresco municipio de Olanchito, convirtiéndose en el reflejo de muchas madres, hermanas, tías o abuelas que han lamentado la muerte violenta de algún familiar.
El cuerpo tendida boca arriba en el suelo es el de Wilfredo Oseguera Chirinos, de nada más 24 años, a quien conocían mejor como «El Pavo», residente en la colonia Guillermo Moore. Sin embargo, se desconoce qué parezco tenía con la fémina que llegó a identificarlo.
Según información brindada por la Policía Nacional (PN), él tenía heridas de arma de fuego en varias partes de su cuerpo. Se desconocen las razones por las que le quitaron la vida, pero la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) ya está indagando en torno al crimen.
La violencia provoca migración
Un estudio realizado en el país por la Organización No Gubernamental «Jóvenes contra la Violencia» reflejó que al menos 247 mil hondureños han emigrado por la violencia en Honduras.
Joel Alemán, representante de la organización comentó que miles de familias se han marchado del país debido a la criminalidad, misma que ha aumentado en los últimos años.
«El fenómeno de la violencia provocó la desintegración de 58 mil familias, es decir que 247 mil personas fueron desplazadas», aseveró Alemán.
Además, dijo que la cifra es lamentable y que esta misma quedará corta para el próximo informe que se realice en Honduras.
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