CORTÉS, HONDURAS. El misterio rodea un suceso ocurrido ayer en la colonia Jerusalén de La Lima, zona norte del país, el cual tiene que ver con la muerte de un jovencito.
La víctima respondía al nombre de José del Cid, originario de Villanueva, quien tenía apenas 22 años de edad. Él quedó tendido sobre una hamaca puesta abajo de un árbol, en el patio del apartamento que rentaba desde hace años.
Eso sí, la muerte no ocurrió de manera violenta, dio a conocer la Policía Nacional (PN), o al menos eso es lo que evidenciaba su cadáver, el cual no tenía ninguna herida por arma blanca o de fuego. De tal modo, se sospecha que el deceso ocurrió de forma natural.
Según sus vecinos, la noche anterior, el muchacho había departido con grupo de amigos que llegaron a visitarlo a su hogar. Supuestamente estuvieron ingiriendo bebidas alcohólicas.
En horas de la madrugada, cuando ya todos sus invitados se habían ido, los testigos afirman que él se recostó en su hamaca y presuntamente se quedó dormido. Cuando el Sol salió, por la mañana, vieron que él no se levantaba.
Intentaron moverlo para comprobar si despertaba, lo llamaron por su nombre, pero no reaccionada. Entonces, decidieron llamar a la Policía y reportar lo que había acontecido. Los uniformados determinaron que estaba muerto.
Sépalo: violencia en Honduras
La directora del observatorio de la violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas, dijo recientemente que al menos 10 personas mueren de forma violenta cada día en Honduras.
«Esto causa lastima porque ni la pandemia del COVID-19, ni los problemas naturales, ni la pobreza hace que esta violencia y criminalidad disminuya», aseguró Ayestas. «Hay días que son más violentos, dejando de 27 a 30 muertos producto de la violencia en el país», agregó.
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