CORTÉS, HONDURAS. El hondureño Jhony Alexander Pineda, conocido con el alias de «La Morgue», fue ultimado a disparos ayer, jueves, cuando se conducía a bordo de una unidad de transporte del sector Cofradía.
El hecho violento ocurrió durante la mañana cuando el autobús iba transitando por la colonia Lempira. La víctima vivía en la colonia Salazar y era empleado de un restaurante.
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Él vestía una camisa color amarillo, pantalón beige y unos tenis de color azul. Su cuerpo quedó tendido bocarriba, muy cerca de la puerta de entrada y salida de la unidad.
De acuerdo con testigos, otro hombre que iba a bordo fue quien ultimó a disparos a Jhony. Aparentemente él se colocó un pasamontañas, se puso de pie y le gritó a la víctima: «Párate, hijo de put*».
Después de eso, le disparó en reiteradas ocasiones, hasta dejarlo muerto en la unidad. Las personas, además, relataron desconocer hacia dónde se había ido el sicario, pues desde que escucharon los disparos, entraron en pánico y sólo se quedaron agachados en los asientos.
Por otro lado, el motorista se tuvo que detener cuando el individuo se lo ordenó. «Cuando se escucharon los disparos lo único que hice fue agacharme cerca del timón», indicó el transportista.
No tenía enemigos
A eso de las 9:00 de la mañana se presentaron en el lugar varios familiares de Jhony Alexander Pineda, quienes lo reconocieron y también manifestaron que laboraba en un restaurante, por las noches, y que justamente iba de nuevo hacia su casa después de la jornada.
Además, señalaron desconocer las razones por las cuales lo mataron, pues, según ellos, no tenía enemigos. Otras personas que conocían al hombre expresaron que él era servicial y apreciado en la colonia donde vivía.
«Es Jonny, mi sobrino«, «Dios mío, qué tristeza», «No lo puedo creer, ya no se puede vivir aquí», «Dios lo reciba. Que en paz descanse», fueron algunos de los comentarios.
Reacciones tras muerte de pasajero en Cofradía
Tras darse a conocer la noticia, las personas reaccionaron consternadas y condenaron esta clase de hechos. «Ahora la vida de uno corre peligro en esos buses. Dios nos guarde en cada paso y le de resignación cristiana a sus familiares», escribieron.
«Bien planeado tenían esa muerte. A saber qué debía ese muchacho. Siempre he pensado que de gusto no andan matando. Dios nos proteja de camino a nuestros trabajos. Ya no podemos vivir en paz», comentaron.
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