Egipto.- Si algo espera la sociedad de los grandes futbolistas que militan en el primer mundo, es a su sensibilidad e identificación con los más desfavorecidos, sobre todo en un momento de crisis como el que se vive en la actualidad.
Precisamente, eso fue lo que hizo el extremo de 28 años de Liverpool, Mohamed Salah, devolviendo a su comunidad un poco de lo mucho que su talento en el fútbol le ha permitido ganar. El egipcio donó material médico para combatir el coronavirus en la región de Gharbia, una de las zonas más afectadas en su país natal.
La grandeza de un futbolista fuera del campo
El veloz extremo se encargó de gestionar la provisión de una ambulancia y oxígeno, para que los servicios médicos pudiesen atender con las herramientas del caso a la creciente ola de contagiados en Gharbia.
Lo hizo a través de su fundación benéfica, «Mohamed Salah», con la que ha llevado ayuda en múltiples ocasiones a diversas partes de Egipto y el mundo.
«Tenemos 14 cilindros de oxígeno dentro de la fundación benéfica “Mohamed Salah”, ayudan a los habitantes de Nagrig, así como a los de las aldeas circundantes en la región de Gharbia», señaló Hassan Bakr, director de la de la fundación.
Y añadió: «Además tenemos una ambulancia entregada por Mohamed Salah, que lleva operando desde julio de 2020. Esto también nos ayudó en la primera ola del coronavirus, para transportar a los pacientes a los hospitales de aislamiento», mencionó Bakr.
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El pasado de Salah con el COVID-19
El propio jugador ya tuvo una experiencia con el coronavirus, resultando positivo en un test que se le practicó el pasado mes de noviembre. Salah no pasó mayores complicaciones y salió bien librado de la enfermedad, aunque tampoco es ajeno a los estragos que ha causado la pandemia en su comunidad.
El egipcio aporta unos 64,000 dólares anuales a su fundación benéfica, manteniendo un estrecho vínculo con el pueblo de Nagrig. Ese que lo vio nacer el 15 de junio de 1992, y que ahora contempla como uno de sus nativos se catapulta hacia lo más alto del fútbol mundial.
