Redacción. Modius Stress es el nuevo dispositivo que reduce la ansiedad sin necesidad de realizar ejercicios de respiración ni pastillas. Su funcionalidad tiene como fin tratar la ansiedad enviando un pequeño y seguro pulso eléctrico a la cabeza durante 30 minutos antes de acostarse.
El artefacto fue desarrollado por la compañía Neurovalens. Además, recibió la autorización de dispositivo médico de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) para el tratamiento de esta condición psicológica.
Este se presenta en forma de diadema montada en la cabeza, diseñada específicamente para aplicar estímulos eléctricos a la piel situada detrás de la oreja, apuntando directamente al nervio vestibular. Su creación representa un avance innovador en el tratamiento no invasivo de la ansiedad mediante el uso de neuroestimulación eléctrica
El objetivo principal de esta intervención resulta estimular el hipotálamo y los núcleos autónomos asociados situados en el tronco del encéfalo. También en partes del cerebro implicadas en funciones vitales como la regulación del metabolismo, la respuesta al estrés y los patrones circadianos.
La base teórica detrás de este enfoque radica en que, mediante una estimulación dirigida, es posible recalibrar los centros de control cerebrales que no funcionan de manera óptima. Esta recalibración puede contribuir a una regulación más adecuada de la respuesta al estrés y otros procesos metabólicos y fisiológicos, lo que resulta en un alivio de los síntomas de la ansiedad.
Efectos duraderos
Según Jason McKeown, director ejecutivo de Neurovalens, los efectos de este tratamiento pueden ser duraderos. Es por ello que permite a los usuarios, tras un periodo inicial de uso recomendado de cuatro semanas, disminuir la frecuencia de uso y complementar el tratamiento con otras intervenciones.
Este método se distingue claramente de otros enfoques de neuroestimulación, como la estimulación transcraneal con corriente continua o la estimulación magnética, al enfocarse en el sistema vestibular. Generalmente asociado con la función del equilibrio, McKeown argumenta que el papel del sistema vestibular en la homeostasis general del cuerpo está subestimado.
Afirma que este sistema tiene un papel fundamental en la regulación de diversos aspectos fisiológicos, desde la presión arterial hasta la frecuencia cardíaca y incluso el metabolismo de las grasas.
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