TEGUCIGALPA. El secretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor de María, ha dicho que el pueblo hondureño no debe sorprenderse por la captura del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, pues su caída es solo «la punta del iceberg».
A su criterio, el antiguo gobernante, es la cara de toda una red de corrupción que ha perjudicado seriamente a Honduras.
Sostuvo que el que se haya dado captura a Hernández Alvarado, marca el fin de una crisis política.
«Es el fin de un ciclo de crisis y el inicio de uno de reconstrucción. Es un despertar político que registró en las elecciones de noviembre del 2021 una participación histórica y otorgó un mandato claro: marcar un contraste total con el régimen anterior y recuperar la esencia republicana de Honduras», manifestó.
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Tenía que pagar en Honduras
El político opinó que es algo bueno que se llevan a «JOH» a los Estados Unidos, pero confesó que tal vez tenía que haber pagado sus delitos en su tierra.
Expresó que hubiese sido bueno que el expresidente haya recibido todo el peso de la ley hondureña y que pagara por todas las muertes que sus acciones provocaron.
En una entrevista para el diario Los Angeles Times, el funcionario precisó que el que se lleven a Juan Orlando Hernández no es garantía de que desaparecerá la corrupción.
“JOH es solo la punta del iceberg; la cara más visible de una estructura de poder que sigue establecida en las Cortes, en la Fiscalía. Si se va a rendir cuentas por la corrupción y los vínculos con el crimen organizado en estos próximos años, tendremos que ver también extraditados o sometidos a procesos de justicia a otros políticos, pero también a jueces, fiscales, empresarios, soldados y miembros de las fuerzas armadas o policías que colaboraron con ese régimen”, declaró.
Se vienen más capturas
Rodolfo Pastor de María también dijo, que próximamente, los hondureños serán testigos de diversas detenciones.
Concluyó diciendo que para lograr acabar con la corrupción en Honduras, habrá que trabajar durante años para ver frutos.
«Para que este país pueda purgar las estructuras del crimen organizado, que han penetrado en todos los niveles del Estado, y pueda establecerse un régimen democrático realmente, van a tener que pasar años. Es un proceso de generaciones. Se necesita una estructura ciudadana sólida que esté quien esté en el poder, le exija que rinda cuentas y esté comprometido con la transparencia», finalizó.
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