ALEMANIA. “Mi lucha” está rodeado de un aura demoníaca, que ha llevado a que muchos piensen que sería mejor que el libro permaneciera encerrado entres los textos prohibidos.
Los derechos de autor de “Mein Kampf”, el panfleto que Adolf Hitler escribió en la cárcel entre 1924 y 1926, quedarán libres el 1 de enero de 2016 lo que será aprovechado por el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich para publicar una edición crítica que se espera con gran interés en Alemania.
“Mein Kampf” -”Mi lucha”- está rodeado de un aura demoníaca, que ha llevado a que muchos piensen que sería mejor que el libro permaneciera encerrado en el armario de los textos prohibidos.
De hecho, el estado federado de Baviera, tras apoyar inicialmente el proyecto de una edición crítica, dio marcha atrás y retiró su apoyo a la publicación.
Actualmente, la conferencia de ministros del Interior de los “Länder” alemanes quiere impedir nuevas ediciones del libro a partir de las disposiciones legales contra la incitación al odio racial.
“Eso de que el libro está encerrado en el armario de los textos prohibidos no es completamente correcto”, dijo, sin embargo, el subdirector del ifz, Magnus Brechkten, en entrevista. “El libro es accesible. En su momento se imprimieron en Alemania más de doce millones de ejemplares y muchos de ellos se pueden comprar todavía en las librerías de viejo”, agregó.
Además, el libro se puede bajar en Internet y los derechos para las traducciones al inglés se vendieron en los años ‘30, por lo que hay muchas ediciones extranjeras disponibles.
En todo caso, una posible prohibición de nuevas ediciones de “Mi lucha” no afectaría, según Brechtken, el proyecto del ifz al tratarse de una edición científica.
“Eso no nos afecta para nada. Nuestra edición está amparada por la constitución que garantiza la libertad de la ciencia”, dijo.
Con respecto a si será posible prohibir nuevas ediciones de “Mi lucha”, Brechtken dijo que se trata de una cuestión jurídica que tienen que resolver otros.
La edición crítica culminará un trabajo de varias décadas del ifz, fundado en 1949 con el propósito inicial de investigar los orígenes y los factores que hicieron posible el ascenso del nacionalsocialismo.
“La historia de esta edición tiene varios años y se podría decir que varias décadas”, explicó Brechtken.
“Habíamos publicado todos los textos claves de hasta 1933. Sólo había un vacío que era ‘Mi lucha’ y ahora lo cerramos”, dijo Brechtken.
Ese vacío se explicaba debido a que los derechos de autor de “Mi lucha” estaban en poder del “Land” de Baviera que se negaba a permitir nuevas ediciones del libro de Hitler.
Sin embargo, hay un segundo libro de Hitler, una especie de continuación de “Mi lucha” escrita en 1928, cuyos derechos si liberó Baviera y del que existe una edición crítica del ifz.
En todo caso, es claro que la edición del ifz —según los planes que se conocen— será susceptible de ser instrumentalizada por neonazis.
El aparato crítico —con 3.500 notas en las que se explica el contexto histórico, se aclaran algunos conceptos y también se denuncian falacias en la argumentación de Hitler— tendrá al menos el mismo peso que el texto original.
“Estamos ante una fuente histórica que necesita explicaciones sobre el contexto del momento, las personas, los conceptos y las investigaciones de los últimos setenta años”, dijo Brechtken.
El director de la edición, Christian Hartmann, ha admitido al l diario Süddeutsche Zeitung que ha habido momentos en que ha sentido cierto placer de desmontar las tesis de Hitler, que apelan fundamentalmente a las emociones, confrontándolas con hechos históricamente documentados.
La carátula de la edición, que deberá aparecer en enero de 2016, será gris. El título será “Hitler-Mein Kampf. Eine kritische Edition” (Hitler-Mi lucha. Una edición crítica) y la firmarán como editores Hartmann y los miembros de su equipo.
Eso evita que Hitler aparezca oficialmente como autor. “Eso para mí era importante, no queríamos que hubiera gente que pusiera el libro en las estanterías sólo porque en él aparecía muy grande el nombre de Hitler”, dijo Hartmann.
Las notas no estarán a pie de página, como suele ocurrir en las ediciones críticas, sino que rodearán el texto de Hitler, lo que será una forma de distanciarse más claramente del mismo.