CORTÉS, HONDURAS. Doña Lourdes, una mujer que, como miles de ciudadanos en el Valle de Sula, perdió absolutamente todo a causa de las tormentas tropicales Eta e Iota, pero la fe la mantiene intacta.
Doña Lourdes reside en la colonia Juan Orlando Hernández, del municipio de Choloma, y su casa «Quedó como salón de baile», dijo, es decir, solo las paredes, porque todas sus pertenencias debieron botarse. Aunque, lo más importante es que «tenemos nuestro techo», a pesar de que «durmamos en el suelo», agregó ante los micrófonos del Noticiero Hoy Mismo.
«Perdimos lo material, pero gracias a Dios tenemos nuestro techo, no importa que durmamos en el suelo. Mi casa me quedó como salón de baile«, comentó doña Lourdes.
Pero en su colonia no es la única, pues allí hay otras 600 familias damnificadas, producto de las inundaciones por desbordamiento de ríos en la zona norte del país.
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Se pierde todo, menos la fe
Pero aún así, doña Lourdes se muestra contenta, confiando es que «pronto esto va a pasar y vamos a volver a nuestras casas».
Asimismo, la señora hizo un llamado al pueblo hondureño, para que se solidaricen con los residentes de la colonia Juan Orlando Hernández. «Le pedimos que se ponga la mano en la conciencia y que nos vengan ayudar, aquí habemos bastante personas que necesitamos», añadió.
Ya varias personas se han acercado a ayudarla, contó, a quienes califica como «gente de buen corazón».
«No tenemos ni cama. La gente de buen corazón nos ha venido a dejar comida. Uno se hace de sus cositas con tanto esfuerzo, pero con la naturaleza no se puede hacer nada», agregó. Cabe señalar que dicha colonia aún se encuentra inundada por las lluvias provocadas por Iota.
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