MEXICO – El anuncio de ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS) parahondureños y nicaragüenses que podrán permanecer en Estados Unidos con permiso de residencia y trabajo hasta enero de 2018 incrementará el flujo por México de la migración centroamericana, según previsiones de diversas organizaciones y albergues ubicados en la frontera sur.
“Cada vez que se anuncia un programa genera muchas expectativas y confusiones de los migrantes que tienen la esperanza de cambiar su vida de inseguridad y pobreza en sus países de origen”, observa Carlos Bartolo, director de la Casa Hogar de la Misericordia, ubicado en Arriaga, un poblado ubicado en los límites mexicanos con Guatemala.
“Hace dos años, cuando incrementó la migración de niños y hasta mucho después, las madres pasaban por aquí con sus hijos y decían que allá les iban a dar papeles, pero no era más que una mentira que impulsaban los coyotes, los traficantes de indocumentados, para tener más ganancias”.
HONDURAS Y EL TPS
El TPS es un programa del Departamento de Estado en EEUU que ofrece apoyo a personas de 13 países de todo el mundo –entre ellos El Salvador, Honduras y Nicaragua- que debido a conflictos armados o desastres naturales no pueden regresar por razones de seguridad.
Los beneficiados centroamericanos rondan más de 61,000 y fueron beneficiados desde 1999 y desde entonces ha habido varias renovaciones al programa.
MEXICO Y SU PREOCUPACIÓN
Quienes llegan actualmente no son elegibles para el TPS aunque sí pueden acogerse a otros que se han impulsado posteriormente y de este tipo de políticas provienen las confusiones y, en consecuencia el incremento del paso de inmigrantes por México.
“Si el anuncio se hizo ayer, el número de migrantes comenzará a verse notoriamente en un mes más o menos”, advierte Bartolo. “El problema es que a la par vienen las persecuciones del Instituto Nacional de Migración y la búsqueda de nuevas rutas que coloca a los migrantes en mayor riesgo porque se vuelven invisibles e invisibles son también los delitos de los que son víctimas”.
El sacerdote Heyman Vázquez, del albergue para migrantes en Huixtla, Chiapas, ubicado a 60 kilómetros de la frontera señala que “todo sigue igual”: las redadas, los abusos, los robos de la delincuencia común por lo que hizo un llamado a las autoridades a defender los derechos humanos de los migrantes si se prevé un nuevo repunte desde Centroamérica.
En 2015, la Unidad de Política Migratoria, del INM, reportó la devolución de 171,934 centroamericanos a sus países de origen. Un año atrás el gobierno mexicano anunció la creación del Plan Frontera Sur tras la crisis de la migración de niños migrantes que entre octubre de 2013 y el verano siguiente sumó el arribo de 52,000 menores centroamericanos no acompañados.
Fuente: El Diario de Nueva York.