Las verrugas son pequeñas lesión cutánea que se asemeja a una ampolla sólida y son causadas por el virus del papiloma humano (HPV). Aunque por lo general se producen en pies y manos, pueden ocurrir en cualquier otra parte del cuerpo. Existen más de 10 tipos de verrugas, de las cuales las más comunes son consideradas como las más inofensivas, pero aun así, para muchas personas, estas lesiones son estéticamente desagradables.
Utiliza cualquiera de estos métodos para remover al invasor de tu cuerpo:
Ácido salicílico – Disponible en farmacias como pomada, o como almohadillas húmedas. La ventaja de este compuesto es su eficacia, aunque para que sea efectivo debe ser utilizado a diario y puede tardar varios meses en mostrar resultados. Para obtener mejores resultados, puedes suavizar la verruga con una lima de uñas antes de aplicar el ácido. Ante cualquier problema no dude en consultar con su médico de cabecera.
Cinta adhesiva – Esto puede parecer un poco extraño, pero envolviendo y ajustando la zona con cinta adhesiva, que deberás cambiar a diario, puedes hacer que las verrugas desaparezcan.
Ajo – Numerosos estudios han demostrado que frotando la zona de la verruga con ajo se pueden obtener muy buenos resultados. Aparentemente los compuestos de este producto ayudan a desinflamar y desinfectar la lesión. También puedes hacer una aplicación tópica sobre la verruga y envolverla con una gasa para dejarlo actuar todo el día.
Frío y aguja – Pon hielo sobre la verruga y esteriliza una aguja. Una vez que sientas que la zona está congelada, procede a pinchar la verruga delicadamente en diferentes direcciones. Si bien esta opción puede parecer un poco invasiva, te ayudará a que la sangre circule hacia la zona afectada, permitiendo así que el sistema inmune localice y destruya la verruga. Este es un método ideal para los casos de múltiples verrugas.
Bicarbonato de sodio y aceite de ricino – Mezcla el bicarbonato con el aceite de ricino hasta obtener una especie de pomada. Aplica la preparación sobre la verruga, cúbrela y déjala actuar toda la noche. Quítate el vendaje por la mañana y repite el mismo procedimiento todos los días hasta que la verruga haya desaparecido.
Agua caliente – Sumergir la zona afectada en agua caliente puede ser muy beneficioso, ya que permite ablandar la verruga y matar el virus. Se recomienda agregar sal común o sal marina al agua.
Vendajes de vitamina C y E – Toma algunas píldora de vitamina C y machácalas hasta hacerlas polvo. Agrega un poco de agua y mezcla hasta obtener una especie de pomada. Aplica la mezcla sobre la verruga y cúbrela con un vendaje. Durante la noche quítate el vendaje para dejar que la piel respire. Repite esta operación tres veces al día.
Cáscara de cítricos – Corta pequeños pedacitos de cáscara de limón y aplícalos sobre la verruga. Repite la operación tres veces al día.
Albahaca – Corta una pequeña cantidad de albahaca, aplícala sobre la verruga y cúbrela con un vendaje. Repite este procedimiento todos los días durante 1 semana. Los componentes antivirales de la albahaca te ayudarán a combatir el virus.
Pasta dental – Aplica una pequeña cantidad de pasta dental sobre la verruga y cúbrela con un vendaje que deberás utilizar todo el día, removiéndolo solo durante la noche, hasta que la verruga desaparezca.
Aceite de árbol de té – Los componentes del te son conocidos por sus propiedades curativas para muchas enfermedades, y las verrugas no son la excepción. Este aceite contiene la concentración de todos estos compuestos, por lo que es sumamente eficaz en términos de salud. Durante tres semanas, aplica el aceite sobre la verruga y cúbrela con un vendaje.
Zanahoria y aceite de oliva – Utiliza zanahoria finamente rallada y agrégale aceite de oliva hasta obtener una mezcla consistente. Aplícala sobre la verruga y déjala actuar por media hora. Repite la operación dos veces al día durante 3 días.