Un fanático del Barcelona tuvo la fatídica idea de colocarle a su hijo como nombre el apellido de un astro argentino: Lionel Messi. Pero esta familia nunca pensó que por su devoción por la pelota viven un calvario que cambiaría sus vidas por completo.
Este ferviente admirador del Barcelona vivía en la región de Sinyar, al oeste de la provincia de Nínive, en el norte de Irak; y cuando su niño todavía gateaba, el ISIS se hizo con el control de la región.
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En ese momento, comenzó la purga contra todo lo que era considerado «impuro» y contrario al Islam. En este caso particular, lo «infernal» era el nombre del pequeño: ordenaron cambiarlo de inmediato y que pasara a llamarse Hassan.
No obstante, decidieron secuestrar en 2014 a toda la familia, incluido Messi. Lograron ser rescatados por tropas kurdas peshmergas en octubre de 2016. Ellos pertenecen a la minoría izadí, una de las más perseguidas en ese país por los yihadistas.
En una entrevista concedida a Kurdistan 24; que luego difundió The Independent, el padre del niño, de ahora cinco años, asegura que el chico no es el mismo de antes, a raíz de la violencia psicológica que sufrió por llamarse Messi. Casi no pronuncia palabras y en ocasiones solicita ser llamado como Hassan.
Aunque en las imágenes difundidas se lo puede observar vestido del Barcelona con la ’10’ del argentino. Y jugando con una pelota junto a su papá; el hombre esboza que la principal diversión de su hijo ahora es jugar con una ametralladora de juguete. Imitando a quienes fueron sus captores.