ESTADOS UNIDOS. La reconocida periodista hondureña, Neida Sandoval, utilizó las redes sociales para escribir un emotivo mensaje a su esposo, quien se ha enfrentado a varios obstáculos tras sufrir tres derrames cerebrales y un ataque cardíaco años atrás.
«Hace 19 años David colapsó en la cocina de nuestra casa en Miami. Era la mañana del 13 de enero de 2003. En ese instante nuestra vida, como pareja y familia, tomó otro rumbo. David ya no pudo cargar a nuestros gemelos de escasos 4 meses y medio de nacido», comenzó escribiendo Neida vía Facebook.
La hondureña relató que los 3 derrames en el lado derecho de su cerebro y el ataque cardíaco lo dejaron inmóvil en una cama y le robaron todo su aprendizaje.
«El camino ha sido largo, de batallas y victorias, de tropiezos y caídas, de seguir adelante con una sonrisa y la fe que solo Dios nos puede dar», indicó.
«David, de repente, había quedado como un bebé, no podía caminar, ni demostrar sus emociones, ni ponerse su ropa o bañarse. No podía lavarse los dientes, ni comer solo, olvidó cómo abrir una puerta, manejar un auto, decir te quiero, abrazarnos. Había perdido la habilidad natural de reír o enojarse», reveló.
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Recuperación
Neida contó que los pronósticos médicos no eran alentadores. Sin embargo, ella dijo que con una combinación de buenos médicos, terapistas, cambio de alimentación, medicamentos administrados correctamente, cuidados en casa, amor familiar y la voluntad de Dios, su esposo hasta el día de hoy sigue con ella y sus hijos.
«Su andar es lento pero su capacidad neurocerebral se recuperó en gran medida. David ya no puede escalar montañas, montar a caballo o desplegar sus dotes de bailarín en una pista de música country. No ha sido un camino fácil y con el paso del tiempo debemos abrazarnos aún más a nuestra fe, tolerancia, amor, empatía y compasión», señaló Neida.
Pese a todas las dificultades, la periodista de origen hondureño, relató que para ella ha sido una bendición que sus hijos hayan crecido con su padre.
«Una de las cosas que valoro es que nuestros hijos Ali y Abito (Aliene Aida y Abener David) han tenido el privilegio de crecer junto a su papá, de compartir valiosos conocimientos al momento de hacer tareas escolares juntos, durante la primaria y secundaria, de desarrollar como adolescentes una sensibilidad ante las personas con necesidades especiales, y de valorar la unidad familiar y entender que no hay excusas para seguir adelante conquistando sus sueños», relató.
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