OCOTEPEQUE, HONDURAS. Un menor de edad hondureño murió en las últimas horas, cuando buscaba el «sueño americano», aquel que muchos persiguen pero que pocos alcanzan.
Se trata de Robert Orellana, un joven que iba con la esperanza de cambiar su vida y la de su familia en el territorio nacional. Él vivía en el barrio San Juan, de San Marcos, departamento de Ocotepeque.
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Su meta era llegar al país norteamericano para trabajar y salir adelante, no obstante, perdió la vida al cruzar el río entre Guatemala y México.
El menor era muy querido y conocido entre la comunidad. Es por ello que le han dejado mensajes y sus parientes están recibiendo muestras de pesar.
«Lamentamos profundamente la muerte de este jovencito, era hijo de una persona muy conocida y un buen amigo personal. Mis más sinceras muestras de pesar para toda la familia», señaló un ciudadano.
«Hasta siempre primo, toda la familia te extrañará, vuela alto, descansa en paz», expresó una de sus parientes.
«Un niño muy amable, qué triste lo que pasó», precisó alguien más.
Los parientes informaron que esperan la llegada del cuerpo del menor para realizar el velatorio en el barrio San Juan, de San Marcos, Ocotepeque.
En California buscan a hondureño que desapareció misteriosamente
Han pasado varios días desde que el joven hondureño José Antonio “Toñito” Velásquez fue visto por última vez. Familia y amigos se han movilizado a través de las redes sociales para obtener información que permita dar con su paradero.
“Si alguien lo ha visto, que se comunique. Siento que ya no puedo más”, dijo Rita Maldonado, madre del joven desaparecido, que viajó desde Virginia hasta Los Ángeles para sumarse a la búsqueda.
Velásquez, de 35 años, se estableció en Simi Valley en el 2016, donde comenzó a laborar como plomero. En octubre de 2021 obtuvo su licencia como contratista general, lo que le abrió nuevas ofertas de trabajo y le permitió moverse a su propio departamento en Camarillo.
Debido a su saturada agenda de trabajo, Velásquez hablaba por lo menos dos veces por semana con su madre. Sin embargo, un amigo en California y un primo en Honduras notaron que “Toñito” no contestaba el celular. Eso les pareció extraño y se lo comunicaron a la familia.
Posteriormente, la noticia se propagó el sábado 30 de julio, cuando en desespero interpusieron la denuncia a las autoridades y comenzaron con la búsqueda.
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