TEGUCIGALPA, HONDURAS. El actual asesor de gobierno y expresidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, pidió a la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, revisar la extradición del fundador de WikiLeaks, Julián Assange, y ponerlo en libertad.
El ex mandatario hondureño se sumó a la lista de líderes del mundo que exigen la liberación de Assange.
Assange es un periodista y activista australiano que guarda prisión en Inglaterra desde abril de 2019 y su extradición a Estados Unidos depende de la primera ministra británica luego de que un tribunal de aquel país emitió la orden de entrega.
Al fundador de WikiLeaks, Estados Unidos lo acusa de espionaje y otros delitos por revelar en su portal documentos supuestamente secretos de ese país del norte.
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Refugiado político
Tras la acusación en su contra, Assange se protegió en la Embajada de Ecuador en el Reino Unido donde vivió como refugiado político. Sin embargo, luego siete años de estar en la sede diplomática, el gobierno británico lo arrestó.
En ese sentido, en su misiva a la primera ministra del Reino Unido el presidente Zelaya escribió:
«Me dirijo a usted, en mi carácter de expresidente de la República de Honduras y actual presidente de la Internacional Anti imperialista de los Pueblos en Defensa de la Humanidad y la Naturaleza, con el objeto de solicitar la revisión de la extradición a los Estados Unidos de América y la libertad inmediata del ciber periodista Julián Assange, quien padece prisión en vuestro país desde abril del año 2019».
Información oculta
Las informaciones difundidas por Chelsea Manning y Wikileaks en abril de 2010 permitió conocer información sobre la guerra de Irak que Washington mantuvo oculta a la opinión pública.
Wikileaks difundió las imágenes de 38 minutos de duración, así como una versión editada de 17 a la que llamó “Collateral Murder”. Un probable crimen de guerra que ocultó el Pentágono se conoció gracias a una pequeña organización que presumía ser capaz de desvelar los secretos de los estados a partir de la información que aportaron ciudadanos anónimos que se infiltraron en las estructuras del poder.
A Chelsea Manning la detuvieron en mayo de 2010 y la condenó un tribunal militar en 2013. Barack Obama le concedió un indulto parcial que permitió su puesta en libertad siete años después de entrar en prisión.
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