TEGUCIGALPA, HONDURAS. En Honduras continúan escalando las gráficas de casos, hospitalizaciones y también muertes debido a la COVID-19, llevando a que los expertos cada vez sean más enfáticos en la necesidad de protegernos.
Las instrucciones más habituales son las de usar mascarilla, lavarse las manos y mantener la distancia social. Es una «normalidad» higiénica en la que se ha visto inmersa nuestra sociedad.
Sin embargo, hay otras medidas que también adoptamos. Por ejemplo, está la de desinfectar los zapatos y quitarse la ropa al llegar a casa, o limpiamos a profundidad toda cosa que viene de afuera.
El objeto «extraño» puede tratarse de algún pedido a domicilio o las propias bolsas de supermercado. En este punto de la pandemia, cualquier persona es sospechosa y se están extremando las medidas.
Además, a medida que se dio paso a la reapertura económica en el país, también llegaron otras medidas. Estos mecanismos están presentes, sobre todo, en los comercios que están autorizados para operar.
Sin embargo, ¿qué tan eficaces son estas acciones? CNN, la cadena televisiva estadounidense, obtuvo la reacción de expertos acerca de varias prácticas que cada vez son más comunes.
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Desinfectar o quitarse el calzado
Ahora, en casi cualquier negocio que vamos, podemos ver que tienen un tapete en la entrada que está -en el mejor de los casos- rebosante de usa sustancia desinfectante. El propósito de esa bandeja es limpiar la suela de nuestros zapatos.
Los expertos que consultó CNN dicen que tal «solución» no incide con la desaparición del nuevo coronavirus en absoluto.
«La verdad es que los virus no vienen en los zapatos, ellos están flotando en el aire. Y si llega a quedarse en el zapato, ellos no suben», dijo María Fernanda Gutiérrez, viróloga de la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia.
Una opinión similar sostiene Diego Rosselli, profesor de Epidemiología de la Universidad Javeriana. «No sirve, es muy poco lo que puede ayudar», expresó inicialmente.
Seguido, agregó que la transmisión del virus por superficies es menor de lo que se creía inicialmente. «Que los zapatos contaminen…no hay ninguna evidencia de que eso sea cierto», enfatizó.
Limpiar las bolsas
Otra práctica común, en especial por parte de las madres, es la de limpiar las bolsas del supermercado. ¿Puede realmente adherirse el virus a los empaques que cargamos con abarrotería? También aplica para otras cosas que pedimos a domicilio.
Gutiérrez explicó que la probabilidad de que el virus esté pegado a la bolsa es realmente baja. Incluso, dijo que despegarlo no sería fácil, pues saldría «a pedacitos». La forma que podría contagiarte es si soplas la bolsa, precisó la experta.
«Lo que sí es importante es lavarse las manos después de agarrar las bolsas. No son las bolsas las que trasmiten, son las manos», aseveró.
Rosselli replicó el criterio. Comentó que realmente es una controversia porque hay gente que lo sigue recomendando «por si las dudas» pero el considera que las mayorías coinciden en que no es efectivo.
Elmer Huerta, especialista en Salud Pública y colaborador de CNN, dijo que antes eran muchas las preguntas sobre estos temas. No obstante, acotó que, con el tiempo, se ha forjado el conocimiento.
Él cita que la revista Nature hizo un análisis sobre el contagio por superficies. El mismo concluyó que, aunque es posible, es muy poco frecuente.
Toma de temperatura
También con el propósito de protegernos, en las tiendas toman la temperatura. Te apuntan con un dispositivo en la mano, brazo, cuello o cabeza, pero, no importa de dónde te tomen la temperatura, no funciona para confirmar o descartar que tienes COVID-19, sostuvieron los consultados.
«Ni en la muñeca ni en ninguna parte. Una razón es porque, en general, el virus no es altamente productor de fiebre. En muy pocos casos está uno produciendo fiebre y cuando uno tiene fiebre se siente mal, es probable que no salga a la calle», describió Gutiérrez.
Rosselli, por su parte, especificó que solo un 10 por ciento de las personas que se contagian tienen fiebre. «O sea que estaríamos agarrando un grupo muy pequeño de personas (con esa medida)», subrayó el experto.
Medir el oxígeno en la sangre
Los doctores también suelen recurrir a medir la oxigenación en la sangre, y lo hacen a través de un dispositivo, que se llama oxímetro, donde se coloca el dedo anular.
Y es que la saturación baja de oxígeno se considera un síntoma de COVID-19. Un valor de 95 o menos se considera una saturación más baja de lo normal.
Huerta asegura que esa herramienta no es buena para detectar coronavirus porque «es muy raro que una persona tenga lo que se llama hipoxia dulce, es decir, que esté desaturando y esté caminando como si nada. Es rarísimo».
Gutiérrez agrega a esa valoración que también están aquellos infectados que no tienen síntoma alguna. «Uno no necesariamente tiene COVID-19 con problemas respiratorios», expresó.
Ponle un «cheque» a las barreras
Cuando vamos a bancos, supermercados, restaurantes y demás establecimientos vemos que han instalado barreras de plástico para promover la distancia. Esta sí es una opción efectiva, según los especialistas.
«Sí, cualquier método de barrera funciona«, dijo Gutiérrez, quien añadió que la medida bloquea cualquier gota de la respiración que podría llegar de una persona u otra.
¿Mucho cuidado con lo que tocas?
Por otra parte están las cosas que solemos tocar día a día. Por ejemplo, agarramos las llaves o presionamos los botones del ascensor. Por otro lado, por la pandemia muchos se abstienen de pasar la mano por estas superficies. ¿Funciona?
Sí. Sin embargo, la clave realmente pasa por lavarse las manos (o utilizar gel antibacterial) después de tocar cualquier objeto que podría estar contaminado y no tocarse la cara o comer antes de hacerlo.
Gutiérrez lo ejemplificó: «Nos dicen que si el señor anterior estornudó encima de la mano y que lleva la mano contaminada al ascensor y entonces toca el botón y alguien más toca el botón y se lleva el virus a la nariz pues… sí. Pero la posibilidad de contagiarse es tremendamente remota«.
Tal consideración también es válida para la desinfección de dinero, escribió CNN. Afirman que los billetes y monedas sí son foco de suciedad y microorganismos, pero su limpieza puede dañarlos y el problema no está ahí.
Lo que parece una verdad irrefutable, y tiene el respaldo de los expertos, es que se deben evitar las aglomeraciones. Las actividades al aire libre son mucho mejores para protegerse que las que están en ambientes cerrados.
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