TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un informe presentado por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) revela que, por las fallas que presenta el hospital móvil de San Pedro Sula, los médicos que brindan atención no comen y usan pañales.
Con este nuevo hallazgo se demuestra la vulnerabilidad bajo la que se encuentra el personal sanitario en ese sanatorio. Además de eso, refleja que los pacientes que buscan atención por COVID-19 corren riesgos.
Uno de los hallazgos más significativos del CNA es que los médicos deben utilizar pañales desechables para hacer sus necesidades fisiológicas, debido a las falencias que existen con la bioseguridad. Asimismo, destaca que el hospital móvil sampedrano hay una reducción de capacidad para pacientes COVID-19.
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Capacidad inconclusa
Por otro lado, el informe detalla que al momento de la adquisición del sanatorio móvil se proyectaba para un aforo de noventa pacientes. Este aspecto en aras de respetar las indicaciones de los organismos internacionales de la salud y opinión de sus expertos en biomédica.
Sin embargo, decidieron reducir la cantidad de camas y otros equipos, dado del poco espacio que brindan los contenedores de este hospital móvil, ubicado en la zona norte de Honduras.
Además, el escrito del CNA detalla que desde la recepción del centro de atención, autoridades del Hospital Mario Catarino Rivas han tenido que solicitar a Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) la adquisición de equipo necesario que no estaba incluido en el inventario para tratar pacientes con COVID-19.
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