Redacción.- Un tiroteo cobró la vida de un hondureño de 19 años de edad en Silver Spring, Maryland; además de dejar dos heridos, y mientras la Policía del Condado Montgomery investiga si en el asesinato hubo actividad de pandillas involucrada, la familia de la víctima mortal exige justicia.
William Anderson Alberto Cruz, de origen hondureño y residente de Langley Park, falleció por disparos de balas la madrugada del miércoles 9 de noviembre.
“Me mataron a mi hijo, me lo arrebataron”, lamentó su madre sin poder ocultar sus lágrimas ante las cámaras de Noticias Univisión Washington DC. “Exijo justicia, mi hijo, quiero justicia para mi hijo”.
William Anderson salió la mañana previa a trabajar y su madre teme que el delito esté vinculado con pandillas.
“Él no era marero, él trabajaba, él era bueno”, expresó. “Venimos a este país a buscar un mejor futuro no a que me lo mataran”, agregó.
Repatriación
Luego de más de 48 horas del asesinato del joven hondureño permanece la consternación en la comunidad de Langley Park, Maryland, donde residía.
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Sus familiares organizan una colecta de dinero para poder pagar la repatriación de sus restos a Honduras mediante cajas que han colocado en tiendas de la localidad.
Su primo, quien también conoce a las otras dos personas que resultaron heridas en el tiroteo de Silver Spring del miércoles 9 de noviembre en la madrugada, relató ante nuestras cámaras cómo se desataron los disparos.
“Fueron dos (personas) que llegaron corriendo, disparando sin mediar palabras, me lo arrebataron, no tengo más palabras”, expresó. “Comíamos hasta el mismo plato; es doloroso”.
Las dos personas que resultaron heridas eran compañeros de trabajo de William y permanecen hospitalizados, según el joven.
El Departamento de Policía del condado Montgomery aún no confirma ni descarta que el tiroteo haya sido producto de actividad de pandillas.
“Nosotros estamos trabajando con la Unidad de Pandillas para poder encontrar y dar con el paradero de los sospechosos y determinar si están vinculados con pandillas”, informó el portavoz de la Policía, Carlos Cortez.
Para los padres de William, aún es difícil asimilar la muerte de su hijo.
“Yo siento como si todavía estuviera vivo; la mamá tampoco puede asimilarlo… No es justo lo que han hecho, no es justo, quisiera entender”, expresó el padre de la víctima.
Según la familia, William dejó de estudiar para ayudar a sus padres con los gastos de la casa.
