CORTÉS, HONDURAS. La violencia contra los transportistas continúa al acecho pues en las últimas horas le han arrebatado la vida a tres conductores en la zona norte del país, a dos de ellos exactamente en el departamento de Yoro.
La primera muerte violenta se suscitó ayer, viernes, en horas del mediodía en Santa Rita. La víctima mortal respondía en vida al nombre de Nelson Geovany Guevara, de 30 años de edad.
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Él era conductor de una mototaxi del sector. Informes preliminares señalaron que lo interceptaron sujetos armados y sin decir nada solo le dispararon.
Asimismo, este sábado, por la mañana sicarios acribillaron a un taxista en pleno centro de la ciudad de Yoro, justo enfrente del parque. Él se llamaba Gerónimo George, de 54 años de edad.
Se conoció por parte de medios locales que el señor era bastante conocido por las personas e incluso lo destacaron como un ser muy amable sin problemas personales.
«Qué terrible cómo está la violencia en Yoro», «Qué pesar, quitarle la vida a un señor que día con día trabaja duro para llevar el pan a su familia»; «Descanse en paz, Chombito», destacaron algunos comentarios.
Otro transportista que perdió la vida de manera violenta fue Franklin Jesús Castellanos, residente de La Lima, Cortés. Él laboraba en un taxi con registro número 0057. Lo encontraron muerto en la comunidad de kilómetro 6, en Baracoa, Puerto Cortés.
Cuando las autoridades policiales llegaron a la escena del crimen, constataron que el hombre tenía varias perforaciones de bala en distintas partes del cuerpo. Sobre estas muertes se desconocen las razones por las cuales les quitaron la vida, así como el móvil del crimen, pero se presume que se podría tratar de extorsión.
Lo anterior porque el 7 de marzo, un hombre, que trabajaba como taxista, fue ultimado a disparos y los malhechores dejaron un nota, en el barrio Montevideo, del municipio de El Progreso, Yoro.
La víctima fue identificada como Julio López, quien era conductor de un taxi, tipo turismo, con el número de registro 0695.
Los responsables, luego de cometer el crimen, dejaron un letrero con una advertencia en la parte trasera del automóvil.
«Este es un mensaje para todos los que colaboran con cualquier banda u organización para el cobro de la extorsión, sea en el rubro urbano o negocios en particular. Esto mismo les va a pasar. La Dieciocho», decía la nota.
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