Redacción.- Uno de los mecanismos principales por el que las personas se contagian el coronavirus es a través de los “aerosoles” que las personas con COVID-19 -con o sin síntomas- pueden emitir al hablar, toser, gritar, cantar o exhalar y pueden quedar suspendidos en el aire. Por eso, los espacios cerrados favorecen más la concentración de los aerosoles y se convierten en un ambiente de alto riesgo de contagio si hay personas con la infección.
Ahora, un equipo de científicos en China crearon una mascarilla que puede detectar en el aire los virus respiratorios más comunes, como el de la gripe y el coronavirus, en forma de gotas o aerosoles. Se trata de una mascarilla altamente sensible que puede alertar a los usuarios a través de sus dispositivos móviles en un plazo de 10 minutos si los patógenos están presentes en el aire circundante.
Lea también: 56% de contagiados de Ómicron no sabían que estaban infectados
Durante la pandemia, las diferentes mascarillas pasaron a ser esenciales para reducir la transmisión y salvar vidas. Esto junto con el distanciamiento físico, reducir reuniones en entornos cerrados y concurridos, la ventilación permanente y cruzada de los espacios interiores. También, el lavado de manos con regularidad y cubrirse al estornudar o toser con un pañuelo de papel o con la parte interna del codo.
Los investigadores de China buscaron sumarle valor agregado al uso de éstas. Entonces, crearon un producto que no solo protege contra los patógenos sino que alerta sobre su presencia. “Investigaciones anteriores han demostrado que el uso de mascarillas puede reducir el riesgo de contagio y de contraer la enfermedad. Por eso queríamos crear una mascarilla que detectara la presencia de virus en el aire. Así alertara al usuario”, explicó Yin Fang, uno de los autores del estudio e investigador en ciencias de materiales de la Universidad Tongji de Shanghai. La investigación fue publicada en la revista Matter del grupo Cell.
Los patógenos respiratorios que causan la gripe COVID-19 y H1N1 se propagan a través de pequeñas gotas y aerosoles que liberan las personas infectadas cuando hablan, tosen y estornudan. Estas moléculas que contienen virus, especialmente los aerosoles diminutos, pueden permanecer suspendidas en el aire durante mucho tiempo.
Fang y sus colegas probaron la mascarilla en una cámara cerrada. Rociaron la proteína de superficie viral que contiene líquido y aerosoles de nivel traza en la mascarilla. El sensor respondió a tan sólo 0,3 microlitros de líquido con proteínas virales, entre 70 y 560 veces menos que el volumen de líquido producido en un estornudo y mucho menos que el producido al toser o hablar, afirmó Fang.
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j