HONDURAS. La noche de ayer desconocidos ingresaron a cometer actos de vandalismo a una iglesia católica en Marale, Francisco Morazán.
“Han roto la puerta del Sagrario donde guardamos la hostia y regaron la misma, no sabemos si la estuvieron comiendo”.
Fueron las declaraciones que vertió el párroco Mauricio Mayorga, signado a la comunidad cercana de El Porvenir.
Según la versión que relató el sacerdote, los antisociales dañaron las puertas, ventanas y armarios.
Asimismo, hicieron sus necesidades fisiológicas al interior del templo, acto que indignó a los pobladores de esa comunidad.
“Lo que nos duele tanto, es ese acto de profanación eucarística que hacen”, señaló el párroco.
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Símbolos de brujería
Luego de que identificara que los malvivientes dejarán sus heces fecales en el lugar, relacionaron el hecho con la brujería.
“No descartamos que sea un acto de perversión o brujería”, indicó Mayorga.
En relación a ello, el párroco se refirió al caso de los jóvenes endemoniados” al tiempo que lamentó lo ocurrido.
Sin pistas
Los pobladores de la zona interpusieron la denuncia en la Dirección Policial de Investigación (DPI).
Por lo que el ente en apoyo con el Ministerio Público trabaja en la investigación.
No obstante, aún no detenidos en torno al caso, ni siquiera hay sospechosos del vil acontecimiento, indicó Mayorga.
Por otro lado, los responsables del hecho, también se robaron los micrófonos y tres libros antiguos que se conservaban en la iglesia.
Según detalló el sacerdote, la antigüedad de los libros databa de hace 100 años y estaban escritos en “Latín”, lengua utilizada por la iglesia católica y se utilizó hasta la Edad Moderna.
Excomulgados
“Estas personas que cometieron el acto están excomulgadas, en pocas palabras reciben una maldición por lo que han hecho”, aseguró el sacerdote.
Es por ello que “se necesita todo un proceso espiritual para que puedan reparar el daño”, agregó.
“Dios quiera que tengamos más respeto por las cosas sagradas, debemos tener es un respeto a la fe”, concluyó Mayorga.
Jóvenes endemoniados
Esta semana trascendió el caso de 22 jóvenes que jugaron “la ouija” y según versión de los pobladores estaban endemoniados.
Según la actualización de la información, cuatro de estos jóvenes han sido “liberados”
Ese es el caso de Jhony, quien relató: “lo que yo sentía era una desesperación y miedo”.
El joven contó que hace cinco semanas estaba acostado en una hamaca y una sombra tocó su espalda.
“De ahí empecé a enfermarme, pero gracias a Dios ya estoy en recuperación y nos sentimos agradecidos con Dios”, indicó.