Gran indignación ha causado el caso de abuso sexual cometido por un maestro de religión en Indonesia, quien violó a 13 pequeñas niñas y de ellas ocho resultaron embarazadas.
El caso salió a la luz luego de que una de las afectadas lo denunciara y contara lo que el hombre hacía. Las niñas abusadas tienen entre 11 y 16 años de edad, y su abusador es el director del internado donde vivían.
El acusado es Herry Wirawan, un maestro indonesio, a quien el pasado martes sentenciaron a cadena perpetua. El caso sacudió a ese país cuando estalló el año pasado; él mismo se declaró culpable y le pidió disculpas a las víctimas y familiares durante el juicio.
Los fiscales de Indonesia habían pedido que condenaran a muerte a Wirawan. Los jueces negaron la solicitud de castración química, diciendo que el Código Penal establece que las personas condenadas a muerte o cadena perpetua no pueden estar sujetas a otras penas.
Wirawan dirigía el internado islámico para niñas en la ciudad de Bandung, en Java Occidental.
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Abusos en la escuela y en cuartos de hotel
De acuerdo con el informe, los abusos los cometió en las mismas instalaciones de la escuela, en habitaciones de hotel o en apartamentos rentados.
El caso provocó una protesta pública y un sacudón en la sociedad, debido a la cantidad de violaciones y el hecho de que se hayan prolongado durante tantos años.
Las autoridades indicaron que muchas de las víctimas no denunciaron sus violaciones por temor a tener que revivir la experiencia traumática.
Violaciones y embarazos
Los padres de las niñas confiaban en que el internado estaría guiando a sus hijas para que se conviertan en personas religiosas y de buena conducta.
Pero aparte de los abusos, muchas de las niñas quedaron embarazadas. Al menos nueve bebés nacieron como resultado de las violaciones, indican los informes en la corte.
Los jueces dictaminaron este martes que los nueve niños nacidos de las víctimas se le deben entregar a la Procuraduría de Protección de la Niñez y la Mujer «hasta que las víctimas estén mentalmente preparadas para cuidar a sus hijos y la situación permita que sus hijos sean devueltos al hogar».
«Actos obscenos»
El caso comenzó a investigarse luego de que en mayo de 2021 los padres de una de las víctimas acudieron a la Policía de Java Occidental y denunciaron que su hija que regresaba del internado a casa de vacaciones les dijo que acababa de dar a luz.
La Policía detuvo a Wirawan en mayo, según reportes, pero el caso no se hizo público hasta noviembre, cuando comenzaron los procedimientos judiciales.
Fuente: Primer Impacto
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