REDACCIÓN. En México existen actualmente 28.156 personas desaparecidas o extraviadas, en su mayoría hombres que tenían entre 15 y 39 años de edad, según las últimas cifras oficiales de la Secretaría de Gobernación, el ministerio del Interior mexicano.
En esta ocasión se da la a marcha anual, que es la quinta que madres de personas desaparecidas llevan a cabo, también quedó expuesto el peligro que migrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras enfrentan en su tránsito por México rumbo al sueño laboral de Estados Unidos.
Ana Lorena Delgadillo, dirigente de la Fundación para la Justicia, una organización no gubernamental que promueve los derechos de migrantes, expuso que han documentado la desaparición de 350 hondureños, salvadoreños y guatemaltecos en su paso por el país, pero sospechan que la cifra es mucho mayor.
«El flujo de migrantes se aproxima a los 450.000 por año. Podemos pensar que en esta ola de violencia que toca a México la población migrante ha sido fuertemente afectada», dijo en entrevista la abogada.
Otro caso es el de Oscar López, un joven hondureño de 20 años cuando desapareció en el estado de Jalisco (oeste) en enero de 2010 tras viajar desde Estados Unidos, a donde se había mudado poco antes desde su país, contó Ana Vaca, su madre.
La mujer hondureña dijo que desde hace tres años dejó su matrimonio y familia en la ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés, para mudarse a México con el objeto de seguir las pistas del paradero de su hijo, pero sólo ha encontrado inconsistencias en las investigaciones.
«Mi hijo se fue a Estados Unidos en 2008 porque estaba terrible la violencia en Honduras, estaban desapareciendo jóvenes… Aquí tengo más de tres años de buscarlo y no tengo respuesta de las autoridades», dijo en entrevista Vaca.
La hondureña, de 44 años, fue una de las más de más de 20 madres que tomaron el micrófono para relatar sus casos cuando la marcha se convirtió en mitin tras llegar a los pies de la columna del Angel de la Independencia, el dorado emblema de la Ciudad de México.
Una por una, mujeres provenientes de estados como Chihuahua (norte), Coahuila (norte), Guerrero (sur) y México (centro), compartieron con el resto de madres su caso: la fecha en que su hijo no regresó a casa, la problemática que enfrentan ante fiscalías estatales carentes de suficiente personal y la demanda de una mejor justicia.
«Las madres mexicanas nunca me han dejado sola. Me apoyan y esto me ha dado fuerza porque pensé que no podría con la desaparición de mi hijo», manifestó la hondureña