Estados Unidos. La COVID-19 sigue causando dolor y sufrimiento en muchas familias, esta vez la enfermedad tocó el hogar de la familia Girón, residentes en Los Ángeles, que luego de celebrar la Navidad, descubrirían que se habían contagiados del virus.
La familia la integraban 5 niños, Jorge Girón y su esposa Verónica Guevara de Girón, de 37 años, ella estaba embarazada, logró tener a su hijo, pero solo días después fallecería debido a complicaciones de la enfermedad respiratoria.
Lucho hasta el último momento
Según declaraciones de su esposo, todo empezó la mañana del 25 de diciembre, cuando a Verónica le empezó un fuerte dolor de cuerpo, pero ella pensó que todo era parte de los síntomas de su embarazo.
Pero los días pasaban y los dolores continuaban, fue en eso que el matrimonio decidió hacerse una prueba de COVID-19, la cual arrojó un resultado positivo.
En un principio ambos se quedaron en su casa tomando medicamentos y alejados de sus hijos que no estaban infectados, pero los síntomas eran cada vez más fuertes, hasta que la mujer no pudo más y su esposo la llevó a un hospital.
Una vez internada, todo parecía mejorar, el estado de salud de Verónica estaba mejor, pero no por mucho tiempo.
La salud de Guevara se complicó, y los doctores en un intento por salvarla a ella y a su hijo, le practicaron una cesárea, ella tenía 8 meses de embarazo.
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Peligrosa operación
A pesar de la riesgosa operación, todo fue un éxito, la bebé no se había contagiado de la COVID-19, pero la cirugía deterioró más la salud de Verónica.
Desde a finales del 2020, hasta el 6 de enero, la mujer estuvo internada en cuidados intensivos y conectada a un respirador.
Su esposo no la podía visitar debido a que él también estaba contagiado, pero no tan delicado como ella.
Verónica Guevara Girón, esposa y madre de 6 hijos, murió el jueves 7 de enero, solo tres días después de dar a luz a su hija menor.
“Ella intentó. Luchó para mantener a su bebé todo el tiempo que pudo hasta que los médicos terminaron diciendo: ‘No, tenemos que sacar al bebé’”, dijo su cuñada, Nathalia Giron, a un medio local.
Dado que, según informes médicos, Guevara Girón no tenía otras afecciones subyacentes además del embarazo, su familia quiere dejar en claro lo peligroso que puede ser el COVID-19.
“Simplemente demuestra que el COVID no tiene género, ni edad, ni raza, ni religión. No le importa”, dijo Girón.
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