CORTÉS, HONDURAS. Félix Enrique Lara, de tan solo 17 años de edad, es el joven migrante que ayer murió en Guatemala cuando cayó de una rastra en movimiento, y hoy, sus padres, quienes residen en la parte alta del Merendón, solicitan ayuda al Gobierno para traer sus restos.
Edelia Maldonada, una señora de la tercera edad, es la mamá del joven, y dijo que las autoridades del gobierno aún no se comunican con ella ni siquiera para informarle que su vástago murió, sino que se dio cuenta de la noticia «porque personas de aquí vinieron a decir».
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«Le dije que no se fuera»
Asimismo, doña Edelia dijo que su hijo «pasaba trabajando» para poder ayudarlos con los gastos del hogar, situación que solo le permitió estudiar «hasta cuarto grado, no más». Félix no le comunicó a su madre que se iría en la caravana de migrantes, pues aparentemente fue algo que planeó con «otro muchacho».
«El día que se fue, yo le dije que no se fuera. Yo lo estuve aconsejando que no se fuera, pero, ese día, él se alistó y se fue. Solo llevaba una mudada», agregó la acongojada madre, quien tiene dos hijos más.
El objetivo de Félix era sacar de la pobreza a sus papás y hermanos, por esa razón, no dudó a la hora de emprender el riesgoso viaje.
Por otro lado, doña Edelina dijo que espera que el Gobierno de Honduras le ayude a traer los restos mortales de su hijo, «tan siquiera para que lo miremos la última vez aquí y enterrarlo».
De su lado, don Félix, quien es el papá del joven migrante, declaró que su esposa está sufriendo agónicamente la muerte de su hijo, y que ambos anhelan que el Gobierno pueda repatriar al muchacho para despedirse de él.
«No se controla, mi señora lo que más está sin llorar son cinco minutos”, dice don Félix.
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