Pese a que ya pasaron más de seis meses, Karina Chinchilla, madre de Enoc Misael Pérez, niño que está desaparecido desde diciembre de 2019, mantiene la esperanza de hallarlo sano y salvo.
Desde España, en comunicación con Radio América, ofreció una recompensa para quien de información verídica de su paradero o, en su defecto, que los captores lo entreguen de vuelta.
«El dinero que estamos ofreciendo es de la familia. Lo estamos poniendo con gran sacrificio. Si esas personas me llaman, que digan cuánto quieren, para que dejen a mi hijo en libertad. Yo no pierdo la esperanza que él esté vivo», dijo la angustiada madre.
La cantidad que está ofreciendo es de L250 mil. Anteriormente era de L150 mil. Las personas que conozcan en dónde está Enoc pueden llamar al número +504 9725 5441.
«Juegan con el dolor»: Karina Chinchilla
Durante su comparecencia, a Karina se le consultó si ya ha recibido llamadas para reclamar la recompensa que ofrece, a lo que contestó que sí, pero, según confesó, son personas que solo «juegan» son su angustia.
«Sí, pero la gente juega con el dolor de nosotros. La Policía ha investigado, pero son personas que no saben nada del caso de Enoc Misael«, señaló con tristeza la madre hondureña.
Por otro lado, se debe señalar que Karina mantiene comunicación con la Policía de Honduras y las entidades de investigación que están detrás del caso, pero la única respuesta que obtiene es que los trabajos continúan. Sin embargo, duda que de verdad estén haciendo algo para encontrarlo.
«Yo sinceramente siento que no lo hacen porque ya ha pasado demasiado tiempo. Me siento desampara por las autoridades. No recibo respuesta. Hay una persona que es culpable, esa tiene la clave exacta de con quién dejó a Misael», cerró.
El sospechoso «No confiesa»: DPI
En torno a la desaparición de Enoc, hay un sujeto detenido desde el pasado mes de enero, quien también es sospechoso de matar al abuelo, tío y niñera del menor, pues cuando pretendía secuestrarlo, «Algo se le complicó», dijo la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
No obstante, «El detenido (llamado Bayron Meléndez) no confiesa. No habla. Está entrenado para callar, matar y no delatar. Ha trabajado para Los Zetas y sabe aguantar bien la presión», fue la respuesta del jefe de la DPI, Evelio Burgos.
Así ocurrió el secuestro, según la DPI
Burgos dijo que la idea era solo secuestrar al niño, así que Meléndez, supuestamente acompañado de otras dos personas, llegó muy temprano a casa del abuelo del pequeño, Rubilio Pérez. El sospechoso creyó que el estaba durmiendo, pero no era así, sino que abrió la puerta cuando escuchó su nombre, y fue por eso que Meléndez lo atacó a disparos y luego asfixió con un cordón de zapatos.
Pero unos instantes más tarde, con los asesinos dentro de la casa, llegó Israel Ramos, el tío de Enoc, a quien también mataron de un golpe en la cabeza. Posteriormente llegó Cindy Castro, que cuidaba al niño, quien apareció muerta algunos días después. La Policía tiene la hipótesis de que Cindy estaba coludida con Meléndez, pero que fue asesinado porque luego pretendía delatarlo a él y a sus compinches.
Los cadáveres del tío y abuelo de Enoc, junto al de Amalia Molina, una vecina de la familia, fueron hallados semienterrados en una zona desolada de Campo Elvir. Mientras que el de Cindy yacía en una zona montañosa de Lancetilla.
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