HONDURAS. Aunque el territorio hondureño se caracteriza por sus temperaturas agradables y calurosas, existen otros donde descienden y llegan hasta bajo cero ¿Lo sabía?
Cuando ingresan frentes fríos al país, los ciudadanos sienten un fuerte azote, pues no están acostumbrados a tal clima. No obstante, en Honduras sí hay sitios donde hace frío prácticamente durante todo el año. Esto lo dio a conocer «HondurasTips».
Pese a que Honduras es conocido por sus temporadas altas, especialmente en la ciudad de San Pedro Sula, los reportes indican que el lugar más caluroso del territorio hondureño es Choluteca.
En esta parte de la zona sur, el termómetro marca en los municipios más de 40 grados centígrados, convirtiendo la vida cotidiana de los sureños en jornadas sofocantes.
Para muchas personas que están familiarizadas con el calor, tener un poco de temperaturas bajas de vez en cuando es perfecto. Algunos en temporadas buscan lugares para visitar donde predominen estos climas fríos.
Lo que comúnmente ocurre es que no conocen cuales son estos lugares en nuestro país que tienen temperaturas bajas. Para los que son amantes de frío, estos sitios serán perfectos.
En Honduras están 11 provincias, las cuales sienten una temperatura promedio anual de 16° C en las regiones central y occidental, 24° C en los Valles del Interior y en el Litoral Atlántico y hasta 40° C en algunas partes de la zona sur.
Las regiones que presentan las temperaturas más bajas en Honduras son la occidental y sur-occidental. Y aunque la altura sí es un factor que contribuye al frío, hay lugares donde eso no tiene nada que ver. Por ejemplo, en el Cerro de Celaque, sitio más alto en Honduras con 2,849 msnm, no se registran temperaturas de cero.
La región occidental es donde mayor se dan dichos acontecimientos. Especialmente en Marcala, La Paz, y en La Esperanza, Intibucá. Las dos están ubicadas a 1,270 msnm.
La Esperanza, Intibucá
Este paraíso de las alturas puede comenzar con una visita a la gruta en honor a la Virgen de Concepción, patrona de La Esperanza, al final de 30 gradas esculpidas a mano en pura roca de origen volcánico.
La escalinata maciza continúa detrás de la capilla de la venerada imagen hasta llegar a una colina desde la cual se divisan las ciudades gemelas en todo su esplendor.
Cabe resaltar que, en La Esperanza, Intibucá existe un sitio increíble llamado «Las Cabañas de Carlos», aquí usted puede disfrutar de una aventura, descansar y sobre todo, disfrutar del clima frío que destaca en este departamento.
Este pueblo es el más indicado para conectar con las costumbres coloniales y lencas, pero también resulta un destino mágico y relajante y hasta frío, gracias a su indiscutible ambiente.
Conocida por mantener un clima bajo durante todo el año con un promedio de 17.5 grados, llegando a experimentar temperaturas de cero grados con la llegada de un frente frío.
Marcala, La Paz
Marcala, es un municipio pequeño pero con un atractivo espectacular que conforme el tiempo se está dando a conocer. La población es de 32,429 personas la cual está compuesta por 15,589 hombres y 16,841 mujeres. Con residentes en el área urbana de 14,115 personas y en área rural de 18,315 personas.
Se encuentra a 100 kilómetros de Tegucigalpa. Existen dos formas de llegar a este lugar, una es por la carretera que lo dirige a La Paz y la otra es La Esperanza.
El clima en este sitio es excelente, por la mañana y tarde se mantiene fresco. Sin embargo, al caer la tarde va bajando, es por ello que, se recomienda a las personas que visiten el municipio no olvidar su abrigo.
Marcala, La Paz, tiene muchos restaurantes, la mayoría son de excelente calidad, usted escoge si quiere degustar un platillo típico, o si prefiere otro tipo de alimento como la famosa hamburguesa de tostones (se sustituye el pan y se utiliza plátanos machucados).
La historia moderna y el despegue económico de este municipio comenzaron con una taza de café. Hablar de Marcala es hablar de café de calidad, de café de altura y de una profunda tradición ligada a este cultivo. Esta tradición se forjó en más de un siglo de estrecha relación con esta planta y su fruto prodigioso.
Una de las partes esenciales en este municipio es eso !El Café! No puedes visitar este lugar y hacer caso omiso a degustar de una taza, que además de un sabor inigualable lleva detrás la cultura de un pueblo.
Cerro El Pital, Ocotepeque
Otro de los lugares es el cerro El Pital en Ocotepeque a 2,730 msnm, único sitio de Honduras donde se ha reportado caída de nieve en el presente siglo.
Asimismo, es importante decir que en esta zona existen variantes de +/-2° C, por lo que también pudieran experimentar temperaturas bajo cero.
Es importante detallar que precisamente alrededor de El Pital se encuentra una reserva biológica de dominio entre El Salvador y Honduras. Aquí existen pobladores y estructuras viales en la zona de amortiguamiento.
La reserva es sumamente rica tanto el flora como fauna, este sitio tiene un atractivo que actualmente es más explotado por el país vecino, ya que, cuentan con una carretera, por la cual, logran acceder hasta el centro del lugar.
Se debe recalcar que «El Pital» es considero para los apasionados por el frío, como uno de los mejores lugares para acampar. Sobre todo, lo espectacular en el lugar, el la vista y la vegetación que resalta a lo largo del cerro.
Se pueden observar volcanes de la zona oriental y central del país (El Salvador), además de la ciudad de Nueva Ocotepeque en la hermana república de Honduras.
Algo particular de las personas que habitan en el cerro «El Pital» es que tienen piel blanca, ojos verdes y cabello rubio. Por otro lado, es importante detallar que a parte de acampar se pueden efectuar actividades al aire libre como: observación de aves, orquídeas, escalada, bici-montaña o simplemente disfrutar de las vistas que se pueden tener desde allí.
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¿Qué lugar llega hasta bajo cero en Honduras?
Los reportes indican que el lugar más frío del territorio hondureño se encuentra en los alrededores del cerro El Pelón, en la aldea del mismo nombre, localizada específicamente en el municipio de Yamaranguila, departamento de Intibucá. Allí, pobladores están acostumbrados a las temperaturas bajas por la altura del sitio. En esta zona residen unas 50 familias.
En el cerro El Pelón, el reloj marca las 4:00 de la tarde e indica que el descenso de la temperatura comenzará a darse, la cual llega hasta 4° C o hasta menos de 0, según la época. A eso de las 6:00 P.M., el sol ya no se observa en la región.
Según el departamento de Pronósticos de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), cuando faltan unos minutos para las cinco de la mañana se pueden sentir en la zona temperaturas casi de congelación.
El sol no basta en esta zona del país para mitigar la temperatura tan baja que se da. Los pobladores deben usar de uno hasta tres abrigos para soportar el frío que impera en el lugar.
Yamaranguila
Se encuentra entre predominantes y verdes montañas. Uno de los últimos pueblos lencas en Honduras. Ante ello, los pobladores se han encargado de mantener la cultura y el patrimonio del lugar.
Está a 201 kilómetros de San Pedro Sula y para llegar durante un aproximado de 2 horas con 17 minutos
La palabra Yamaranguila significa “zabalanquíra”. En el dialecto de los pueblos lencas de la zona, significa “agua de la pirámide”.
La «Iglesia Católica San Francisco de Asís» es una de las estructuras más conocidas en Yamaranguila. Tiene un vertedero de agua que increíblemente no cesa, y por esa razón es un atractivo para los turistas.
Cerro Los Hoyos, en Yamaranguila
Este misterioso lugar se encuentra ubicado a seis kilómetros de distancia de La Esperanza, exactamente en la comunidad de Los Olivos, un municipio de Yamaranguila. Aquí se encuentran un aproximado de 60 agujeros que tiene una profundidad de entre 25 y 30 metros de altura.
Esta enigma de los «hoyos» no tiene una respuesta ni de los arqueólogos, no tienen una conclusión de las razones por las cuales existen estos orificios. No obstante, es un tema misterioso que lleva muchos turistas hasta el lugar.
Una de las teorías que más se maneja es que la formación de estos grandes huecos se debe a que siglos atrás existieron respiraderos volcánicos en todo el cerro. Otra de las teorías se basa en que Los Lencas extraían la obsidiana para intercambiarla con Los Mayas como una forma de trueque.
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