Afganistán. El grupo sectario «Los Talibán» decapitó a una mujer de 30 años en la aldea de Latti, provincia de Sar-e-Pul, en Kabul.
La violencia de los talibán ha repercutido en la coacción de la libertad de la mujer.
Y en esta ocasión, fue un grupo de hombres presuntamente vinculados a los yiihadistas
«Le cortaron la cabeza tras ser acusada de ir sola a hacer las compras», según ha informado a TOLO News el portavoz del gobernador provincial, Zabiullah Amani.
El marido de la mujer, se encuentra trabajando en Irán y no se sabe si ha sido informado del hecho.
La jefa provincial del Departamento de Asuntos para la Mujer, Nasima Arzoo, ha explicado que «la decapitación se llevó a cabo con la bayoneta de un fusil de asalto AK-47.
Esto, después de que la mujer fuera detenida por elementos ligados a los talibán con los que mantuvo una discusión.
La provincia de Sar-e-Pul ha estado en manos de los yihadistas desde 1998.
Ni siquiera los esfuerzos militares de la OTAN y la coalición internacional han podido hacer algo tras más de 15 años de guerra en el país.
Es una zona dominada por los terroristas y eso excluye la posibilidad de que el Gobierno de Kabul pueda arrestar a los perpetradores.
Por su parte, los talibán han negado estar envueltos en el asesinato.
Una de sus sharias o leyes islámicas inspiradas en el Corán, prohíbe a todas las mujeres «salir de casa sin estar acompañadas de su marido o un familiar masculino».
En el caso de infringir esta ley machista, la mujer puede ser «condenada a recibir latigazos o ser ejecutada».
Kabul: el presidente afgano incumple sus promesas
Los ataques de grupos islámicos contra mujeres que desobedecen El Corán, no se hacen esperar.
O para las que deciden adoptar un rol más allá del de madres, hermanas, esposas y amas de casa, son una realidad del día a día en Afganistán.
A pesar de las promesas del presidente, Ashraf Ghani, durante su campaña electoral de 2014.
Manifestó que iba a proteger a todos los afganos y muy en especial a las mujeres y sus derechos.
Una promesa que las activistas afganas le han recordado muchas veces pero que parece que el presidente ha olvidado.
«Nominar a una mujer para la Corte Suprema y designar a varias mujeres para que ejerzan como miembros del Gabinete estatal».
Pero sólo cuatro de los 25 miembros del mismo acabaron siendo mujeres.
«El 38% de los 16 millones de votos emitidos en las elecciones presidenciales fueron realizados por mujeres, tras superar muchos obstáculos».
Así ha informado la Comisión Electoral Independiente de Afganistán.
Un eufemismo que apenas describe el calvario y riesgo para sus vidas que muchas, sobre todo en el ámbito rural, tuvieron que superar.
Un voto que muchas activistas ahora sienten que ha sido traicionado y, peor aún, también podría estar en peligro de muerte.
«Estamos muy preocupadas porque el Gobierno podría sacrificar los derechos de la mujer para tener paz con los talibán», añadió Shafiqa Habibi.
Asimismo, como muchas activistas, teme que Afganistán vuelva a adoptar leyes dictadas por los talibán.
Kabul: acribillan a las mujeres ante la indiferencia del Gobierno
Mientras, los yihadistas siguen asesinando a mujeres y a activistas prominentes en todos los ámbitos de la vida afgana.
El caso de la periodista y miembro del consejo provincial de Nangarhar, Angeza Shinwar.
La cual fue asesinada con una bomba lapa en los bajos de su vehículo en 2015.
A mediados de mes, cuando otras cinco mujeres trabajando como guardias en el aeropuerto de Kandahar, cuna de los talibán.
Las mujeres fueron asesinadas por dos pistoleros vinculados a los terroristas.
Estos individuos acribillaron el vehículo en el que viajaban y se dieron a la fuga.
Las mujeres no deberían realizar trabajos que creen sólo están destinados para los hombres.
Lo anterior, según los sectores más conservadores afganos, así como para los yihadistas talibán o del Estado Islámico operando en el país.
Una posición que siguen defendiendo con balas, bayonetas y bombas
Mientras la Administración de Ghani juguetea con el proceso de paz y los derechos de la mujer afgana.
Fuente: El mundo