CORTÉS, HONDURAS. Para muchos volver al lugar que los vio crecer se hace difícil, diferentes sentimientos aparecen en ellos al observar la catástrofe que dos fenómenos naturales seguidos causaron en «su barrio«, en este caso la colonia Sitraterco.
Así lo denota el periodista Jesús Rivera, al narrar cómo quedó el lugar en el que pasó su infancia. El sitio ha estado plasmado por años en su mente, y ahora que regresa no puede evitar sentir un nudo en la garganta.
Mediante una entrevista brindada a TIEMPO Digital, el comunicador relató que ingresar al municipio de La Lima se hace muy difícil. Pese a ello, su esfuerzo valió la pena y pudo llegar hasta el lugar donde estaban sus hermanos.
«Tras la catástrofe el ingreso se hace casi imposible», mencionó. Él intentó llegar por el bulevar, seguidamente movilizándose por la colonia Los Pinos y luego a la colonia Tela, sitio donde logró pasar, aunque un gran árbol lo impedía.
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«Hice varios giros al pasar por el barrio El Caimán. Yo nací ahí, hace muchos años, y fue bastante emotivo lo que miraba», indicó Jesús.
Lo más sobresaliente en el lugar es «la desolación» que recorría las diferentes calles del municipio. Para él, la situación se presentaba difícil, especialmente al hacer la comparación del lugar donde creció y ver el nuevo panorama que lo envolvía.
«Está lleno de basura, de lodo, de diferentes tipos de objetos inservibles, postes de energía eléctrica tirados sobre las calles, árboles caídos en las avenidas», relató el comunicador.
Periodista llega a la Sitraterco
Al llegar a la colonia Sitraterco, vuelve a su memoria cuando era un niño de unos 5 años y visitó en 1974 la ciudad de Choloma junto a su padre, luego del paso del huracán Fifí.
Con ello, pone a similitud la devastación de los ciclones recién pasados. «Ver aquella cantidad de lodo, basura pegada en los cercos producto de las correntadas de agua», mencionó.
Igual es en la colonia Sitraterco, al ingresar y ver las calles, lo que genera según relata Jesús Rivera, «son ganas de llorar», no hay un sentimiento que se le iguale.
«Como periodista uno puede decir que está preparado para ver accidentes, muertos o heridos. Pero cuando uno entra ya a la realidad es bastante difícil», agregó.
Los relatos del periodista Rivera son acompañados de suspiros. Señala que ver los daños se hace peor cuando se conoce el sitio. Es decir, que se observa la transformación que ha tenido el municipio luego del paso de los dos fenómenos tropicales.
Especialmente, Jesús Rivera fue el primero en ingresar a la colonia, en tramos inclusive con el lodo llegando hasta la mitad de las llantas de su vehículo.
Su objetivo principal era «ir a la casa de sus hermanos», algo que logró conseguir aún con los obstáculos.
Al relatar el ingreso a su barrio, la nostalgia recorre la voz del comunicador, haciendo una pequeña pausa continua…«se le hace a uno un nudo en la garganta, de ver tanta desolación, no se mira ni un alma».
Para finalizar, Jesús Rivera especificó que él solo logró observar tres amigos que se quedaron en una casa de dos plantas. De igual forma a sus hermanos, luego de eso, el panorama se presentaba vacío a lo largo del municipio de La Lima.
Tras el paso de Eta e Iota en el país, ocasionando severos daños, específicamente, en la zona norte, los relatos llenos de dolor e impotencia, son interminables. Empero, el temple de los afectados no da lugar a la desesperanza, y muestra las ganas de levantarse de entre los escombros.
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