TEGUCIGALPA, HONDURAS. «Vamos a llevar a toda esta gente del Tórax a la iglesia para que conozca a Jesús«, fue la última promesa que hizo el pastor Miguel Montoya, quien falleció por COVID-19 en la mañana de este lunes, según reveló su esposa.
Jacky de Montoya logró intercambiar mensajes con el pastor ayer domingo y él le indicó que se había propuesto llevar al personal del Instituto Nacional Cardiopulmonar («Tórax«) al Centro Evangelístico Asambleas de Dios (CEAD), para congregarse juntos.
Comunicación en las salas UCI
«Sigamos luchando porque en las salas UCI se le pueda enviar algún mensaje a los familiares. Sería bueno poder enviarles una carta y que se las lean, porque pasan de 15 a 20 días sin saber de la familia. Se sienten solos y el amor es el que sostiene a esas personas en UCI y salas COVID-19«, comentó.
«Permítanle a los familiares tener comunicación con esos pacientes, les va a alargar la vida y se van a ir mucho mejor, contentos y alegres», dijo la pastora Jacky.
«El amor de la familia puede sostener a estos pacientes también, no solo un aparato«, añadió.
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También aseguró que, a pesar de la muerte de su pareja, se siente fortalecida y seguirán trabajando para CEAD.
«Hoy se nos fue un grande, pero seguiremos con lo planificado. No estamos desfallecidos, sino que estamos en pie. Tenemos un cuerpo pastoral increíble y juntos vamos a sacar la congregación adelante», concluyó.
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