COLÓN, HONDURAS.
Los cadáveres de los tres hondureños asesinados el pasado mes abril en Tabasco, México, llegaron ayer al país y fueron sepultados en Tocoa, Colón, zona caribe de Honduras.
Se trata de los occisos Wilmer Omar Domínguez Villanueva, de 32 años, Ada Magdalena Vargas Nicolas y Delmi Adalid Ortiz Domínguez. Ellos huyeron del país junto a la caravana de migrantes que comenzó su recorrido el pasado 18 de abril desde San Pedro Sula.
Según dio a conocer la Policía de México, a los compatriotas los atacaron a disparos cuando buscaban una tienda para comprar alimentos para ellos y un niño menor en el estado antes mencionado.
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Los féretros decían «no abrir»
Cabe señalar que los ataúdes de cada uno llegaron sellados. Y además tenían un letrero que decía que no debían abrirse. Pero cada hondureño estaba plenamente identificado.
Debido a esto, durante sus velatorios, los familiares de los occisos colocaron sobre los féretros una fotografía de cada uno.
Los restos mortales de Wilmer Omar y Ada Madalena estuvieron la mañana de ayer lunes en la iglesia Monte de Sion, localizada en la colonia Bajo Aguán. El tanto, a Delmi Adalid la trasladaron a su cada de habitación en la colonia Héctor Hernández. Allí sus familiares le dieron el último adiós antes de sepultarla en un cementerio local.