REDACCIÓN. El número de inmigrantes detenidos en la frontera sur de Estados Unidos superó los 100 mil por segundo mes consecutivo.
En estos momentos las autoridades federales lidian con un creciente volumen de familias centroamericanas que llegan al país y que las duras políticas migratorias no han logrado contener.
La jefa de la Patrulla Fronteriza, Carla Provost, les dijo a senadores, este miércoles, que las cifras de aprehensiones se dispararon. Asimismo, tuvo que sacar a agentes de otras tareas para cuidar a niños. Mientras hablaba, se mostraban detrás de ella imágenes de agentes fronterizos con niños en los brazos. En una de ellas, un policía alimenta a una niña pequeña con un biberón.
«Me preocupa cuántos más se nos están pasando”, expresó Provost. “Nos hemos visto forzados a arriesgar nuestra seguridad nacional”.
Los senadores demócratas dicen que las mismas políticas de migración fallidas de Trump, como la tolerancia cero que forzó la separación de familias, contribuyeron a la crisis en la frontera. El senador de Illinois, Dick Durbin, aseguró que esas medidas son crueles, impredecibles e inefectivas.
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Cambios en las leyes
Sin embargo, los legisladores de ambos partidos parecen coincidir cada vez más en que debe resolverse los conflictos en la frontera. Provost dijo a los senadores en una audiencia del subcomité de Asuntos Jurídicos que las leyes deben cambiarse para poder detener a familias hasta que se completen sus casos inmigratorios.
También afirmó que deben hacerse cambios para que sea más fácil regresar a los menores que viajan solos a sus países de origen. Es un discurso similar al de las autoridades de Seguridad Nacional, incluso el secretario de Seguridad Nacional interino Kevin McAleenan.
La Casa Blanca solicitó 4.500 millones de dólares adicionales para ayudar a lidiar con el número de migrantes.