SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Recientemente dieron a conocer que pescadores y pobladores se encuentran preocupados, porque en alrededores del Lago de Yojoa, unos 270 cocodrilos se escaparon de unas jaulas.
Cabe destacar que mencionado cuerpo de agua está ubicado en la zona norte del país. Trascendió que de los aproximadamente 270 cocodrilos que se escaparon, al menos 170 se han recuperado, lo que significa que unos 100 reptiles andan rondando el Lago de Yojoa.
Asimismo, el escape de estos animales sucedió debido al azote de los recientes fenómenos climáticos, según lo divulgado.
Respecto a este tema, un pescador dijo lo siguiente: «Los pescadores se meten debajo de la maleza y esos animales son agresivos, por eso estamos preocupados, aquí hay lagartos, pero ellos se esconden cuando miran a las personas, los cocodrilos no».
Además, el sujeto recalcó que los cocodrilos se escaparon de unas jaulas por las inundaciones de Iota, suscitadas en el Lago de Yojoa. Agregó que los reptiles estaban en reproducción.
«Aquí no se sabe quién era el que tenía los cocodrilos. Hay que tener cuidado porque hay varios cocodrilos en el Lago», exteriorizó el pescador.
Cabe recalcar que el aparecimiento de animales salvajes, después del paso de fenómenos climáticos como Eta e Iota, captaron la atención de las personas. Entre los mencionados, circularon tiburones, y cocodrilos.
Cocodrilos
Según National Geographic, se denomina comúnmente cocodrilo a cualquiera de las 14 especies pertenecientes a la familia de los saurópsidos arcosaurios Crocodylidae. Estos reptiles viven en África, América, Asia y Australia y los científicos estiman que aparecieron hace unos 55 millones de años, durante el Eoceno.
Con un modo de vida semiacuático, y con una tendencia a vivir en congregaciones, los cocodrilos son depredadores y se alimentan principalmente de otros animales vertebrados. Aunque no es raro encontrar algunas especies que se alimenten de moluscos y crustáceos.
Los cocodrilos están dotados de una piel escamosa, muy dura y seca. Sus fosas nasales y sus ojos se encuentran en la parte superior de la cabeza, lo que le permite ver y respirar mientras permanece en el agua. Suelen pasar la mayor parte del día parados, a la espera de que una presa se acerque lo suficiente como para lanzar un ataque súbito.
Tienen además cuerpos pesados y metabolismos generalmente lentos, aunque pueden controlar la velocidad de su digestión según la abundancia de presas y de la temperatura ambiente.
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