SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Las inundaciones siguen sin dar tregua y en la denominada «zona cero» del caos, La Lima, no hay forma de empezaron las labores de limpieza pues, esta mañana, el agua sigue a la altura de la rodilla. ¡Los pobladores están preocupados!
Desde tempranas horas se reportó que algunas colonias, por los desbordamientos de ayer en el río Chamelecón y el Canal Maya, aún continuaban inundadas.
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Es importante recordar que las lluvias en el territorio hondureño no se han detenido, aunque la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) dijo que para mañana, miércoles, las condiciones del clima serán más estables.
Ayer, lunes, el parque central de La Lima, el cual había sido limpiado, quedó nuevamente cubierto de agua. Las lluvias no cesaron, por lo que los monitoreos al río Chamelecón se mantuvieron constantes notificando con tiempo del riesgo.
Los niveles incrementaron con rapidez y tal como advirtieron las autoridades, se desbordó. El afluente salió de su cauce y provocó inundaciones nuevamente en varias residencias, calles, edificios y todo lo que encontró a su paso.
Asimismo pasó con el Canal Maya, el cual se desbordó e inundó especialmente la residencial aledaña, Oro Verde. Misma que para hoy todavía seguía inundada.
Muchos ciudadanos se disponían a regresar a sus viviendas creyendo que el agua había descendido, pero se llevaron la sorpresa que la mayoría de sitios seguían anegados.
Especialmente la colonia Sitraterco, la cual, pese a que comenzó a ceder la lluvia, el agua no había bajado y todavía cubría hasta las rodillas.
Lo mismo pasó en el Barrio El Caimán, incluyendo que las calles seguían siendo un riesgo por las corrientes de agua que hacían imposible circular por la zona.
En el parque central de La Lima el nivel del agua que mostraron los ciudadanos seguía igual o peor. Las inundaciones salieron de ese espacio y alcanzaron las colonias aledañas.
Cabe destacar que aunque se reveló que los niveles del río Chamelecón comenzaban a bajar, las autoridades manifestaron que los limeños deben estar alerta, tomar medidas y alistarse por cualquier emergencia.
Mientras el agua no baje, La Lima sigue sumergida en una pesadilla, una que se repite por cuarta vez en un corto periodo de tiempo. Eta e Iota, marcaron, evidentemente, un antes y un después en el municipio bananero.
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