Honduras. Por medio de un evento virtual se dio a conocer el nuevo lanzamiento de del proyecto Fondo Verde para el Clima, que debe priorizar en la reforestación, según expertos.
Dicha reunión fue organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Como contrapartes la Secretaría de Recursos naturales y Ambiente (MiAmbiente+), la Secretaría de Coordinación General del Gobierno (SCGG).
También mencionaron representantes de los pueblos indígenas y afrohondureños, organizaciones de desarrollo, academia, empresa privada, banca nacional y regional, y cooperantes.
El GCF (por sus siglas en inglés) es el fondo más grande del mundo creado para ayudar a los países en desarrollo a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar su capacidad para responder al cambio climático.
Por esa razón es importante que se invierta de una manera provechosa y en los puntos más estratégicos y de emergencia para el país. Además puede ser una oportunidad para dar empleo.
Para Roger Flores, director Ejecutivo de Cuerpos de Conservación de Omoa, el tema de reforestación debe ser prioridad. Se debe trabajar para «proteger el poco bosque que queda. Hacer medidas de adaptación y mitigación ante los impactos del cambio climático».
Además, «hay que promover medios de vida sostenibles en las comunidades. Hacer una restauración de ecosistemas y paisajes. Recuperar áreas degradadas y todo lo relacionado al manejo del recurso hídrico (agua), enfatiza el experto.
No obstante, aclara que es algo que no «sólo el Gobierno debe actuar, sino otros actores claves como ONGs ambientales, sociedad civil a través de grupos organizados del sector productivo. Incluso la empresa privada».
Lo antes dicho por Roger es muy importante, porque además de la participación para el bien común, los grupos antes mencionados pueden ser veedores y auditores. Así verán que el Fondo Verde se maneje a la altura de las necesidades y transparencia.
Hay que recordar, que el golpe que da el cambio del clima por medio de las sequía por ejemplo, también provoca migración. Es así que si se logran los procesos adecuados puede evitarse dando empleos en zonas afectadas.
En Omoa, las inundaciones han sido parte de una problemática que ataca a los más pobres, así como en otros municipios del país.
Pero el director Ejecutivo de Cuerpos de Conservación, señala que «para el Corredor Seco de Honduras se habla de proyectos de restauración de paisajes productivos y el uso racional del agua es clave. Honduras se comprometió a reforestar un millón de hectáreas».
Es preciso indicar, que el manejo del Fondo Verde en Honduras está manejado en una oficina de Tegucigalpa, dirigida por el ingeniero José Galdames, exministro de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente). No se ha hablado de la cantidad en dinero, hasta ahora sólo se hizo público que desde México se recibieron los fondos.
También hay que nombrar al Comisionado presidencial para Cambio Climático, Marlon Escoto, exministro de Educación.
Datos importantes
El Fondo Verde para el Clima se estableció por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 2010. El GCF tiene un papel crucial en el cumplimiento del Acuerdo de París.
Con esto, apoyan el objetivo de mantener el aumento promedio de la temperatura global por debajo de los 2º C. Para ello, el GCF canaliza financiación climática para los países en desarrollo.
El objetivo es apoyar y que se cumplan los compromisos asumidos en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés).
En enero del 2018, MiAmbiente+ en su rol de Autoridad Nacional Designada para el GCF presentó una propuesta de proyecto al GCF titulado “Fortaleciendo la comprensión de las salvaguardas sociales y ambientales aplicables a los programas y proyectos de cambio climático en Honduras” (en adelante el “Proyecto”). Esta propuesta fue aprobada, y por ende se inicia su ejecución en junio de este año 2020.
Según las autoridades, las salvaguardas son medidas establecidas para prevenir o mitigar potenciales impactos negativos. Mismos, que proyectos, programas o políticas pudieren ocasionar sobre el ambiente o la sociedad. También potenciar beneficios ambientales y sociales.
No olvide que el ser humano ha provocado un desequilibrio ecológico en la naturaleza. Ejemplo, la plaga de langostas en África Oriental, para la cual «no hay suficientes depredadores naturales que las regulen», afirma Roger.
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