Tegucigalpa, Honduras. Catar es conocido como uno de los países más ricos del mundo, pero eso no lo hace inmune a la pobreza, ya que aunque se intenta ocultarla esta resalta en los suburbios.
El país qatarí es rico por el petróleo y el gas. Su Producto Interno Bruto (PIB) es de 180,000 millones de dólares. Por lo que miles de migrantes ven a este lugar como un paraíso para invertir en construcciones.
Lo anterior explica que Catar solo tiene alrededor de tres millones de habitantes. De ese total, solo 350.000 (un 10% de la población) son cataríes. El resto son extranjeros. Cataríes y expatriados occidentales cuentan con altos salarios y grandes beneficios sociales.
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«Muchos de los que vienen de países como India, Nepal, Bangladesh o Pakistán no tienen cualificación y apenas hablan inglés. Aunque aquí tienen mejores estándares de vida que en sus países de origen, una parte importante vive con lo justo, bajo salario mínimo y compartiendo una habitación de seis para mandar dinero a sus países«, relató un taxista pakistaní a un medio internacional.
Según las estadísticas oficiales, Catar eliminó virtualmente la pobreza, aunque hay otra realidad distinta para muchos migrantes del sudeste asiático.
Copa del Mundo
Catar construyó siete estadios para el Mundial, además de un nuevo aeropuerto, metro, calles y alojamientos. La sede de la final, el Estadio Lusail, se encuentra en la ciudad del mismo nombre que prácticamente fue construida en los últimos cinco años.
Según el gobierno de Qatar, 30.000 trabajadores extranjeros fueron contratados para construir los estadios. La mayoría vinieron de Bangladesh, India, Nepal y Filipinas.
La cifra sobre el número de esos migrantes que murieron durante la preparación del Mundial es tema polémico y divisorio.
Trabajadores muertos
Basándose en informaciones de las embajadas en Qatar, el periódico británico The Guardian reportó que 6,500 trabajadores de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka murieron en Catar desde 2010, cuando se le otorgó la sede del Mundial.
Pero Catar condena tal cifra como engañosa e imprecisa, porque no todas esas muertes registradas son de trabajadores de proyectos vinculados a la Copa del Mundo y muchos pudieron haber muerto de vejez u otras causas naturales.
Catar dice que en sus registros entre 2014 y 2020 hubo 37 muertes de trabajadores de la construcción de estadios, y que solo la causa de tres de ellos estaba «relacionada al trabajo».
Pero la Organización Internacional de Trabajo (OIT) dice que ese número no muestra toda la realidad, ya que Catar no cuenta como vinculadas al trabajo las muertes por ataques cardíacos o insuficiencia respiratoria, síntomas comunes de insolación y cargas pesadas bajo altas temperaturas.