CIUDAD DE MÉXICO.- Grupos conservadores marcharon el fin de semana pasado en todo el país contra el matrimonio de personas del mismo sexo, mientras organizaciones civiles y activistas reprobaron la participación de jerarcas católicos y hasta de funcionarios públicos.
«Fue un éxito la marcha del sábado, con un gran número de personas en una actitud propositiva por la salvaguarda de la familia natural y no se trató de una manifestación homofóbica», afirmó el vocero de la Arquidiócesis de México , Hugo Valdelamar.
«Esto es un hecho absolutamente inédito, nunca antes visto», indicó el ex diputado Rodrigo Iván Cortés, del Partido Acción Nacional (PAN, derecha), vocero del movimiento en contra de las uniones entre personas del mismo sexo.
Los manifestantes «salieron a alzar su voz a favor del matrimonio y la familia. El mensaje es claro, es contundente: el sí a la familia y el rechazo a las iniciativas presentadas por el titular del Ejecutivo», expuso.
Alrededor de un millón de personas participaron en más de 100 protestas realizadas en el país.
Pero también hubo repudio a la iniciativa. Fueron varios los grupos a favor de los derechos de la comunidad gay que salieron a protestar en contra de los organizadores de la marcha. Como también lo hizo un niño, que indignado por lo que estaba viendo en las calles de su ciudad se dispuso a frenar el avance de la marcha.
De acuerdo al periodista que tomó la imagen, Manuel Rodríguez, el nombre del chico es César y tiene un tío gay, por lo que no apoya la actitud de la protesta y tampoco quiere que la gente lo odie, según publicó el diario The Independent.
En su post, a partir del cual la foto se hizo viral, Rodríguez asegura: «Me dio náuseas ver tanta homofobia reunida, pero me quedo con la imagen de un niño intentando detener a los manifestantes».
En mayo pasado, el presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso una iniciativa para elevar a rango constitucional el llamado «matrimonio igualitario», que ha sido avalado por la Suprema Corte, pues hasta ahora sólo es vigente en 10 de los 32 estados del país.
La propuesta provocó un rechazo furioso de organizaciones conservadoras ligadas a la jerarquía católica, en un país reputado como el segundo con mayor número de creyentes de esta religión en el mundo.
Agencia ANSA