TEGUCIGALPA, HONDURAS. Nació en las fincas bananeras, ubicadas a inmediaciones de El Progreso, Yoro, fue educada en las escuelas de la Tela Railroad Company, inquieta, como cualquier niña. Desde pequeña supo que quería ser comunicadora y es una de las pocas mujeres a la que el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) le ha otorgado el premio Álvaro Contreras.
Es Blanca Moreno, quien durante casi tres décadas se desempeñó como periodista de un medio capitalino. Su destreza con la pluma la ha llevado también a ser investigadora y escritora.
A la fecha, la destacada periodista ha escrito varias obras, entre las que están, “Subasta de Honduras” y “Justicia alquilada”.
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Los Moreno
Mientras seguíamos degustando una taza de café, la comunicadora nos relataba que su infancia fue “bien original”, porque nació en una finca bananera de las Guanchías, que pertenecen al El Progreso, Yoro.
“Mi infancia fue en las fincas bananeras, mi padre era como un trabajo de gitano. Nacimos en una finca, nos trasladaban, fue ascendiendo y mi papá era capitán de finca. Nosotros somos 9 hermanos, yo soy la número seis. Se nos acaba de morir uno, no por el COVID-19, sino, por otras dolencias”, nos contó.
Nos siguió relatando que sus padres les dejaron una gran experiencia, ya que fueron educadas en las escuelas de la compañía, “eran muy buenas escuelas”.
Posteriormente, ella se ganó una beca para estudiar magisterio y se fue hasta la zona oriental del país. “Fueron años felices de internado, porque yo estaba descubriendo el mundo”, contó.
Pero Blanca no quería quedarse solo con su carrera de magisterio. “Yo quería algo mejor”, detalla. Nos comentó que pudo trabajar en las escuelas de la bananera en Tela, pero que decidió viajar en compañía con unos amigos a Tegucigalpa. “Ya estaba graduada, ya no tenía dinero, ya no tenía ahorros”, recuerda.
A pesar de no tener dinero, ella emprendió la ruta a Tegucigalpa con 20 lempiras que le prestó un amigo de El Progreso. Pero también empeñó el anillo de graduación. “Según yo, valía más y me matriculé (en la UNAH)”, expresa.
Con la ayuda de unas amigas, logró conseguir un trabajo como maestra alfabetizando a soldados.
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Periodista desde siempre
Pasaron los minutos, la taza de café se hizo nada para la amena conversación con Blanca Moreno, quien nos contaba que ella desde siempre supo que quería ser periodista. “Yo era encargada de los murales, de andar poniendo cosas bonitas”.
Ella no inició en Periodismo, sino, en Trabajo Social, debido a que ya había pasado la matrícula. Pero, sus instintos de periodista siguieron y al siguiente semestre logró matricularse en lo que sería su pasión.
“Daba clases al mismo tiempo, no era compatible, porque daba clases a militares, pero lo hice compatible”, expuso.
A los 20 años, Blanca salió embarazada, pero no dejaría de trabajar, ni de seguir estudiando para convertirse en periodista.
Sus inicios en el Periodismo fueron cubriendo vacaciones a Hilda Alonzo, en Sociales de Diario Tiempo y también en La Tribuna, un medio capitalino.
Rosana Guevara era compañera de Blanca y ella laboraba en Sociales La Tribuna, asegura. Durante la conversación nos contó que Guevara las llevaba a ver cuando venía Jackeline Andere. “Así empecé en los medios”, apunta.
Comenzó de reportera y lo aprendido en Sociales le sirvió de mucho ya que conocía a todo mundo y a los altos militares.
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Blanca Moreno, mujer de miles de anécdotas
Nos compartió la anécdota que le impactó con más fuerza, y es el famoso asesinato de la estudiante normalista Ricci Mabel Martínez.
Compartió que los habían convocado a una conferencia de prensa porque al involucrado, un militar identificado con los apellidos Castillo Maradiaga, le dio remordimiento y quería declarar, pero ya estando allí les prohibieron hablar.
“Nosotros agarramos fuerza y le preguntamos. No la mató él, pero tuvo que ver porque había sido novio de esta muchacha”, comentó.
Contó que se metió en la trama del asesinato de Ricci, que acaparó todos los titulares de los medios de comunicación y que eso la marcó a ella porque “fue terrible y una osadía”.
“Veo que Discua (Luis Alonso, exjefe de las FFAA) va saliendo (del evento) del 14 de julio, era para lo de la guerra, y él ve un enjambre de periodistas que lo esperaban, yo estaba del otro lado. Él salió corriendo por donde yo iba, yo le dije: ‘general, hablemos de lo de Ricci, usted mató a Ricci’, y él se paró y me dijo ‘yo no he matado a nadie’”.
Relató que cuando ella lo abordó, a los segundos llegaron los demás periodistas y lograron que él declarara. Quedó en medio del Estado Mayor y de donde estaba un evento.
“Era gracioso, porque había periodistas, cortaban la entrevista, porque unos le consultaban de Ricci Mabel y otros de los bosques”, contó la destacada periodista.
A Blanca eso le marcó porque “uno tiene que meterse a preguntar lo que uno quiere preguntar. Que no importe que digan que es una pregunta tonta. Entre más tonta es, más noticia va a sacar”.
Sus más recordadas entrevistas
Ya habían pasado más de media hora y la conversación ahora giró en cuanto a su experiencia de ella. Una vez más, nos contó acerca de su primera entrevista de personalidad, y se la realizó al embajador Crescencio Arcos, de los Estados Unidos.
“A raíz de esas entrevistas salieron otras muy buenas, él estaba exhibiendo a los militares de todos los excesos que cometían a finales de los 80”, expuso.
Reveló que en el caso de Ricci hubo toda una trama, pues Castillo Maradiaga era uno de los novios de ella y que “esa niña no era la primera vez que iba a los batallones, iban otras normalistas. Muchos consiguieron puestos a través de lo de Ricci Mabel. Sentó un precedente, porque en este caso hubo presión en base a lo que pasó con la normalista”.
“Ella andaba con un médico, era estudiante de Enfermería, no es que la encontraron en un batallón. Ricci andaba en el batallón. Participó en el batallón, allí la vida es diferente, viernes, sábado y domingo son como día de ‘relax’ y participan militares, tropas, soldados y hay muchas, mujeres que ahora son famosas, abogadas que llegaban a buscar a los militares porque eran las personas con poder”, detalló.
Su faceta de Investigadora
Durante su paso por un medio capitalino, cubrió fuentes como salud, educación, Fuerzas Armadas, pero, su despegue fue cuando la hicieron explotar el genero de los chismes.
“Una ex jefa de redacción de Diario Tiempo peleaba porque ella tenía una columna: “Quinto piso”. Nunca le quise decir que yo le ayudaba mucho a la reportera de “Quinto piso”, porque la hubieran despedido”, rememoró.
El director del medio para que el que ella laboraba le dijo que deberían hacer una columna parecida a la de Tiempo. “Ni le digo que yo he participado en esta”, dice haber pensado.
“Salió (la nueva columna de chismes) llamada “Desde el templo de la Revolución Moral” (palacio de gobierno del expresidente Carlos R. Reina) y mató todas las demás, columnas porque yo conocía a toda la gente de seguridad y me contaban chismes buenísimos”, explicó.
Blanca compartió con TIEMPO que uno de esos chismes es que el expresidente Carlos Roberto Reina dormía siestas, que solo comía a tales horas, cosas de poder y se manejaban denuncias.
Tras pasar por “Desde el templo”, el propietario del medio para el que laboraba le dejó la columna “Pildoritas”, y luego la pasaron a otra fuente.
Para el 2006, ella comenzó a investigar sobre la historia de Cuauhtémoc y luego se fue a Sevilla, España, donde comenzó a sumergirse en el libro y que iba a ser un reportaje amplio, pero lo incluyó dentro de “Crónicas y Reportajes de Historia” entre Honduras, España y México, ya que tenían mucha relación.
“Cuauhtémoc venía para Honduras cuando lo mataron, venía de rehén. Me salió un buen libro, pegó en Guatemala, España y en Alemania”.
Cuando publicó su libro, ella volvería a su pasión, el Periodismo, pues aún no se jubila, pero ya no había oportunidad para lo que ella hacía.
Tras pasar por eso, ella habló con sus amistades que la dejaron seguir investigando y le dieron patrocinio para los viajes que es lo más caro. Blanca ya va por dos libros históricos “Justicia alquilada” y “Subasta de Honduras”, que los ha hecho en tiempo récord.
La conversación en relación a su rol como investigadora histórica se tornó más interesante cuando nos compartió que ella logró encontrar un documento con el que comprueba que a Lempira lo traicionaron los indios.
“Los indios fueron comprados. Mario Felipe había publicado algo, pero no compró todo el documento. Nos damos cuenta que los mismos indios dejaron que Rodrigo entrara a matar a un indio que era el líder”, resaltó.
Siguió relatando que a los indios les ofrecieron que, al matar a Lempira, ellos iban a tomar el puesto de Lempira y así los engañaron.
“A Lempira Rodrigo lo decapitó dormido y se llevó su cabeza a un lugar que se llama Siguatepeque, Las Flores, Lempira”.
Por la pandemia no he visto a mi familia
“Mi familia es mi hija, que vive hace más de 20 años en Europa, donde se casó y ahora tiene varios hijos”, comparte. Durante que ella vivió en Sevilla, visitó con frecuencia a su hija, pero con la llegada de la pandemia, no ha vuelto a verla, solo vía Zoom. “Esa es mi familia. Cuando hay cosas especiales ella viene o yo voy”, dice.
También tiene a sus hermanos, pero les pide que digan que no son familia, porque los pueden molestar. “Como les pueden decir cosas buenas, les pueden decir cosas malas”, asegura.
A raíz de la pandemia, la situación con su familia ha sido difícil. Cuando murió su hermano, nadie pudo asistir, debido a que lo sepultaron a las tres horas por el tema de la pandemia. “No he visto a mi familia solo por Zoom”, indica.
Para Blanca Moreno, el Periodismo ha sido una pasión, una oportunidad. Cuando ella salió de El Progreso, lo único que conocía era Esquipulas. “Era lo único que conocía y el Periodismo me ha llevado por todo el mundo y eso es suerte. Conocí medio mundo”, reconoció.
Ella es amante de los trovadores como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Ricardo Arjona y Freddy Mercury. Pero, para hacer ejercicio utiliza a Juan Luis Guerra y al de la Gota Fría (Carlos Vives), ya que también gusta de estar en movimiento, lo que ahora se le complica ante la situación de la pandemia del Covid-19.
Actualmente el libro favorito de ella es Crónicas y Reportajes Históricos, pero también en su lista entra Los Miserables, Los Hermanos Karamasov de Dostoyevski. Le gustan todos los libros de Gabriel García Márquez, a quien conoció y que durante una conversación “metí la pata”, cuando él le dijo que tenía que trabajar, y ella le preguntó «¿Y usted en qué trabaja?», a lo que él respondió «¿Vos crees que (los escritores) somos vagos?».
Blanca Moreno tiene en su lista varias comidas favoritas, pero se considera fan de los guineos cocidos. También de las baleadas, pero aún no encuentra baleadas como las que le hacía su papá y su mamá, “hay hermanas mías que aprendieron, pero yo no”.
“Yo hago pan de guineo, hago guineo cocido, guineo en sopa, porque de pequeña era experta”, manifiesta. Cuando niña, como su padre era jefe de finca, los trabajadores le daban a ella a escoger un tallo completo y llegaba a la semana a conseguir los guineos maduros de mejor calidad y se los llevaba a su mamá. “Mi mamá me decía ‘¿Y esto?’ Yo les respondía que ‘los encontré tirados’. Nunca supieron que eran los guineos de exportación que comíamos”, revela.
El Salvador y Honduras
La conversación con Blanca Moreno siguió y dio paso a hablar nuevamente de temas políticos y en ello, avizoró el problema entre El Salvador y Honduras y que será aprovechado por quienes siempre se han querido adueñar de la Isla Conejo y de todo el Golfo de Fonseca.
“Desde que descubrieron el Golfo de Fonseca se ha sabido que es de Honduras y Nicaragua y El Salvador siempre lo han querido y entonces nos pueden cerrar las fronteras y las personas que defendían y conocían de eso ya no están”.
Reveló que Honduras no tiene defensoría mundial desde que se cerró la embajada en La Haya y que Arturo Corrales fue el encargado de cerrarla y a quien ella considera una persona “nefasta para Honduras y el mundo”.
“Cerrando esa embajada nos dejaron huérfanos de la defensoría internacional y para mí eso es un error grave. Arturo Corrales es la persona más dañina”, declaró.
Se acercaban las cuatro de la tarde, ella miró su celular para comprobar la hora debido a que después tenía un compromiso y la ganadora del premio Álvaro Contreras de 2017 culminó diciendo que los periodistas actuales debemos estar bien informados para que no nos arrebaten ninguna noticia, hay que investigar y leer.
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