TEGUCIGALPA. Galardonado en varias ocasiones por diferentes instituciones de Estados Unidos y reconocido por sus labores humanitarias a favor de personas vulnerables en el interior y exterior de Honduras.
Él le agradece a Dios todas las mañanas antes de levantarse y pide cobertura para los compatriotas hondureños.
Una aldea llamada El Encanto en Tela, Atlántida, norte de Honduras, lo vio nacer y crecer. Su niñez fue difícil, pero gracias a esas dificultades, es la persona que es hoy en día.
Se trata de Osman Milla, quien cuando apenas era un adolescente de 16 años se marchó de Honduras con la esperanza de tener una mejor vida, pero, sobre todo, suplirle todas las necesidades a sus padres.
Diario Tiempo se contactó con él para saber más detalles de su vida. Como una persona humilde, callada, luchadora, responsable, consciente de sus acciones y consecuencias, así se describe a sí mismo.
«Soy una persona que, con todo lo que he vivido, ha aprendido a entender más al ser humano, entender más a las personas necesitadas, que son por las que yo abogo y a las que ayudo bastante», comentó.
Le puede interesar: Dr Medina: En Honduras ven la salud pública como un botín
La mamá de Osman desde pequeño le inculcó el camino de Dios
El hondureño agradeció que su mamá, desde que él era un pequeño, le inculcara seguir a Dios, pues la mayoría de decisiones que toma las consulta a Él.
«Desde muy pequeño mi mami siempre nos hablaba de las cosas de Dios. Antes de dormir recuerdo que hablábamos de la Biblia, nos arrodillábamos dando gracias por el día que había terminando y dando gracias por las cosas que Dios nos había regalado. Creo en Dios y todas las cosas que suceden son por Dios«, expresó.
Cuando era apenas un pequeño en la aldea El Encanto, donde creció, no habían recursos y a raíz de eso nació su deseo de ayudar a los más necesitados.
Un poco sobre su infancia
Osman Milla relató que cuando él tenía entre 6 y 10 años careció de muchas cosas y esas experiencias han marcado su vida, por esa razón, él ahora se dedica a abogar por los más vulnerables.
«Cuando era pequeño, nosotros sufrimos bastante (…) teníamos escasez de comida, no había a veces. Nunca tuve un juguete cuando fui pequeño, no habían recursos ni nada. Aguantar hambre, desear cosas que otros tenían y yo no (…) por eso ahora doy todo lo que yo no tuve», dijo.
Un duro golpe
Uno de los momentos más difíciles que le ha tocado vivir fue la pérdida de su padre en el año 2016.
«Cuando murió mi papi fue bien difícil para nuestra familia. Nunca habíamos experimentado la muerte de un familiar tan cercano. Ahora lo extrañamos mucho en los eventos especiales, en su cumpleaños, para los días festivos, siempre estamos pensando en él. Todo lo bonito que pasamos, así es como recordamos a mi papá, pero sí es un duro golpe que nunca se supera», externó.
Sin embargo, dijo que gracias a que sus familiares son muy unidos, pudieron lidiar con el dolor. Comentó que se apoyan entre todos, él y sus cinco hermanos viven en Washington, EE.UU., mientras que su madre vive en Tela. «El sufrimiento nos ha hecho ser más unidos, como dicen: ‘el mal de uno es del otro'».
Osman Milla en la actualidad
En mayo de este 2021 se graduó como licenciatura en Administración de Empresas y actualmente estudia un Bachillerato orientado en Administración de Empresas.
«Actualmente estudio cuatro materias. Yo trabajo tiempo completo en una organización sin fines de lucro y también soy estudiante de tiempo completo. En estos días me mantengo un poco ocupado con mis estudios y mis proyectos de apoyo a la comunidad hondureña y a la internacional», añadió.
Además, comentó entre risas que actualmente se mantiene soltero, pero no descarta en cualquier momento tener una relación amorosa. Destacó, además, que él ama a Honduras y piensa volver para quedarse a vivir.
«Cuando uno emigra a otro país siempre está pensando en todo lo que vivió, son cosas inolvidables, cosas que me han marcado», pronunció.
De igual manera, dijo que a él le gusta pasar el tiempo tomando fotografías, leyendo libros, andando en bicicleta y acampando.
Navidad es una de las épocas favoritas de Milla
Por último, Osman Milla aseguró que una de sus épocas favoritas del año es la Navidad, por el ambiente y los recuerdos que le trae. «Navidad es una de mis épocas favoritas, pero extraño mucho las tradiciones en Honduras, ver a mi mami haciendo los tamales, cocinando el pavo (…) todo eso lo extraño», comentó.
Osman Milla, de 29 años de edad, para muchas personas es un héroe sin capa, ya que a través de sus obras de caridad ha ayudado a miles de necesitados. Durante el paso de Eta e Iota se encargó de mandar víveres a los damnificados. Lo mismo pasó en el incendio de Guanaja, a través de sus redes sociales alzó la voz para solidarizarse con las víctimas.
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j.
