Julissa Villanueva es sin duda una de las mujeres más destacadas del país, no solo por su conocimiento en la medicina, sino también por ser considerada una persona llena de fortaleza, valentía y, sobre todo, por poner en alto el nombre de Honduras en el mundo.
Con más de 20 años de trayectoria en diferentes instituciones nacionales, Villanueva ha logrado desempeñarse en importantes cargos en el área forense y seguridad nacional.
DIARIO TIEMPO tuvo la oportunidad de entrevistar en exclusiva a una hondureña con coraje, que actualmente funge como subsecretaria de Seguridad.
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Una infancia feliz
El seno de una familia de clase media acogió el 12 de mayo de 1972 a su entonces más novel integrante, Selma Julissa Villanueva Barahona.
Fue en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en Tegucigalpa que se registró el nacimiento de la hija de la psicóloga María Isabel Barahona y el abogado José Eduardo Villanueva.
Creció en un ambiente donde se le inculcaron valores con firmeza, pero también fue una pequeña juguetona y feliz.
«Era una niña bastante inquieta, con mis amigos jugamos en las calles», recordó la entrevistada sobre sus primeros y más inocentes años.
Sus estudios primarios los realizó en la Escuela de Ensayo Dionisio de Herrera. Mientras que cursó la secundaria en el Instituto Inmaculada Concepción, donde se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras
El título de médico general lo obtuvo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), misma casa de estudios donde posteriormente se convertiría en especialista en patología.
Su pasión por la medicina
La destacada catracha externó que su deseo por estudiar medicina surgió cuando tenía 15 años y su padre se enfermó, un suceso que cambió su vida.
«Él se puso mal por una enfermedad que nadie la podía diagnosticar y le daban unas convulsiones al borde de la muerte», contó.
Precisó que debido a su frágil situación económica, su familia tuvo que internar a su padre en el Hospital Escuela (HE), donde ella sería testigo del arduo trabajo que hacen los galenos por sus pacientes.
A su progenitor le detectaron tétano, pero Villanueva aseguró que fue la oportuna intervención de los doctores lo que permitió preservar su vida.
Ver las acciones «salva vidas» de los médicos y darse cuenta de la importancia de tener a uno de esos profesionales en su familia la llevó a convertirse en uno.
Apasionada por la Medicina Forense
Con el tiempo, Villanueva se adentró en la medicina forense, una rama más investigativa, que -afirmó- no le gusta a todos los galenos porque requiere de mayor dedicación.
“Es el estudio de lo que no se puede ver a simple vista, el estudio microscópico donde se escudriñan las causas del porqué nos enfermamos, cómo reaccionan los órganos cuando hay un agente nocivo que genera enfermedades”, describió.
Uno de los puntos álgidos en su bitácora de vida fue en 2013 cuando se le nombró como titular del departamento de Medicina Forense.
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En ese sentido, la funcionaria remembró que un reconocido patólogo le sugirió que mejor se quedara trabajando en el Hospital Escuela haciendo las autopsias nosocomiales.
Su colega argumentó que en Medicina Forense «se manipulaba la verdad y que los jueces, inclusive, siempre mandan a pedir información a los médicos legales y patólogos. Luego son problemas porque no aceptan nuestros diagnósticos».
Empero, Villanueva aseguró que ella se rehusó a creerle a su compañero y le dijo que aceptaría la oportunidad laboral.
Mencionó que una de las primeras acciones que realizó bajo ese papel fue crear un “cementerio humano” con la intención de identificar a los cuerpos no reclamados por sus parientes.
Con el tiempo, Julissa Villanueva se volvió un rostro icónico de la medicina forense en Honduras.
Papel de la mujer hondureña
Para muchas personas Villanueva es un símbolo del empoderamiento femenino en Honduras y tal aseveración puede encontrar su sustento en los importantes premios internacionales que ha recibido en los últimos años.
En el 2018 fue galardonada con el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje, que otorga Estados Unidos. Por ese lado, la doctora enfatizó que en Honduras hay féminas talentosas que son capaces de cambiar la historia si se lo proponen.
«La mujer hondureña tiene talento. La mujer hondureña puede destacar en los ambientes en los cuales se les deje competir», expresó.
Añadió que algo que ayuda a que las mujeres hondureñas tengan más oportunidades es la llegada de la lideresa Xiomara Castro a la silla presidencial en Honduras.
«Hemos roto paradigmas con la primera mujer presidenta, 200 años para que una mujer lo lograra. Eso realmente es un hito histórico», acentuó.
Revista Forbes
No obstante, aunque la subsecretaria de Seguridad se gratifica por la obtención de distinciones, aquejó que los esfuerzos para sean, en ocasiones, solo percibidos en el extranjero.
«Recibir premios solo es el reflejo de un trabajo, que muchas veces se reconoce fuera, pero no dentro. Nadie es profeta en su tierra», sentenció.
Julissa Villanueva es una mujer cinco estrellas que continúa enalteciendo a su patria y ahora que es parte de un gobierno desea seguir cosechando frutos en favor del pueblo.
Por último, entre los reticentes logros de la hondureña, destaca el haber sido nombrada por la Revisa Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de Centroamérica.
En esta última publicación de la prestigiosa revista se destaca la labor y contribución en la sociedad de las mujeres en Centroamérica. Pese a que aseguran que faltan muchas, en esta lista aparecen féminas que hacen brillar a sus países.
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