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viernes, noviembre 22, 2024

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. Antes de convertirse en diputada del Congreso Nacional (CN), Edinora Brooks, soñaba con ser aeromoza en algún momento de su vida, pero su madre le inculcó el amor por la salud, por lo cual estudió medicina para el área de radiología, y se convirtió en médico con especialidad en ultrasonido.

Sería imposible no nombrar su profesión, ya que gracias a esta también conoció a su amado esposo Emec Cherenfant, como ella expresó, tienen un matrimonio perfecto. Aunque dijo que no fue amor a primera vista, sí reveló que le enamoró su singular forma de ser, y su manera tan especial de tratarla, todo eso y sus detalles, la enamoraron y luego se convirtieron en una hermosa familia junto a sus dos hijas.

Además, el grupo de coro de la iglesia, el cual dirige su esposo les permite pasar más tiempo en familia y vivir momentos únicos, ya que se reúnen para cantar al creador del universo. Se define como una amante empedernida de la música romántica y cristiana con la cual creció.

Edinora Brooks, trabajó duro junto con su madre desde muy pequeña, nunca se despegaba de ella. Su madre le inculcó valores cristianos a ella y sus hermanos, lo cual siempre le ha traído bendición y resultados positivos en su vida.

Brooks cuida mucho su salud, el único platillo frito que come es el plátano maduro, y también ama los frijoles. Cuenta que a la hora de comer es muy hondureña, si se trata de esos exquisitos platillos que nos identifican como país.

Edinora Brooks: «me entristece las personas que abusan de los demás»

Para mantenerse saludable y en forma, ella corre 10 kilómetros por día, evita los dulces y come poca cantidad de carne. En otras ocasiones realiza su propia rutina de ejercicio en casa.

Señaló que su total admiración es para Jesús, y que también vivía enamorada de los pasajes bíblicos de Josué y David. También, mencionó que algunos personajes que son dignos de admirar por la huella que dejaron en el mundo en diferentes épocas de la historia, están, Cleopatra, Nelson Mandela y Barack Obama.

Edinora Brooks no tolera la imposición de poder, por lo que mencionó que detesta que otras personas se aprovechen de otros por tener algo de desventaja. Señaló que eso se asemeja a la época de la esclavitud, momento de la historia que le indigna.

A través de una interesante platica llena de temas, Edinora Brooks contó a Diario TIEMPO Digital sobre su vida desde que era una niña, los cambios, sus retos, el amor por su familia, sus gustos, y hasta entre risas reveló que le encanta contar chistes, que, aunque ella no conozca a las personas, no duda en compartir un chiste y pasar un rato ameno.

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A continuación, la entrevista a Edinora Brooks: 

Infancia y esencia

¿Quién es Edinora Brooks, como se define?

Soy Norma Edinora Brooks, casada, tengo dos hijas, nací en Tegucigalpa, criada en Tela, San Lorenzo, amante de mi país, originaria de un grupo afro-hondureño de habla inglesa. Médico con especialidad en radiología.

¿Cómo es un día en la vida de Edinora Brooks?

Ahora que soy diputada, por ejemplo, los lunes, me levantó muy temprano para ir al Hospital Adventista de Valle de Ángeles a trabajar. Por cierto, es un servicio que le doy al hospital y allí estoy hasta las cuatro o cinco de la tarde. Luego, regreso a casa hago mis pendientes, reviso mis correos, WhatsApp.

Mientras, los martes, miércoles y jueves, paso el día entre las diferentes reuniones del Congreso Nacional, ya que por el hecho de ser diputada nos convocan reuniones y hasta de mujeres, de afrodescendientes, otros de algunas de las organizaciones de Sociedad Civil o reuniones con el Partido Liberal o grupo de trabajo del curul 82, ese es mi número en el Congreso Nacional.

Por la noche veo las noticias y luego voy a dormir. Siempre tengo un día ajetreado, pero los viernes son un poco más relajados, los sábados voy a la iglesia y los domingos casi siempre me quedo en casa.

¿Cómo fue su infancia?

Soy la tercera hija de cinco. Nací en una familia monoparental, estuve en Tela hasta los seis años, a esa edad nos mudamos a San Lorenzo, Valle.

Tuve una infancia sin excesos, todo lo contrario, más bien muy limitado desde el punto de vista económico, pero una infancia feliz, una que yo desearía para cualquier niño.

¿En la escuela qué tipo de niña era?

Era muy apegada a mi mamá, porque en mi casa eran cuatro varones, entonces, mi mamá y yo éramos las únicas dos mujeres en la casa.

En la escuela siempre tuve excelentes notas, era de las mejores alumnas, me gustaba estar sentada en las primeras filas. Transcurrió una infancia entre la escuela y la iglesia, porque mi mamá era muy apegada a la iglesia también, lo cual ayudó mucho en la crianza de sus hijos.

Trabajábamos duro, mi mamá cocinaba muy bien, y hacía comida para vender, vendía tabletas de coco, pan de coco, teníamos un comedor, donde vendíamos diferentes comidas. Éramos siempre trabajadores y esforzados, hasta que nos criamos. Viví la guerra de El Salvador en San Lorenzo.

¿De niña qué profesión le llamaba la atención?

Yo recuerdo en algún momento decir que quería ser aeromoza, piloto, pero mi mamá nunca me dejó tranquila con el hecho de que decía que siempre había querido estudiar medicina, pero como ella no tuvo la oportunidad decía que sería bueno que yo estudiara medicina.

Ella me peinaba y la escuchaba decir ese discurso, hasta que terminé estudiando medicina y desde que estaba como en tercer grado yo ya estaba decidida a ser médico.

¿Tiene amistades que han perdurado desde que era una niña?

Como nos mudábamos bastante, empezábamos siempre como una nueva vida, aunque no continuaban las amistades con la misma intensidad todavía tengo algunas amigas de hace muchos años.

¿Recuerda un momento crucial en su vida que haya marcado un antes y un después?

Cuando todavía estaba en la escuela, estaba en quinto grado, mi mamá se enfermó mucho con el asunto de la menopausia, tenía unos sangrados vaginales horribles. Entonces fue al Hospital del Sur conmigo, siempre me llevaba de arriba para abajo. Pues, el doctor le dijo que tenía que operarse, pero ella dijo que no se iba a operar porque tenía temor de que le sucediera algo en la cirugía y dejar a sus cinco hijos solos.

A mí me llamó la atención, porque decía, pero es que de todas formas si ella se enferma se podría morir, pero si se opera ella está pensando que se va a morir, yo pensé, entonces dónde está la alternativa aquí, con cualquiera de las dos formas me podría quedar sin mi mamá.

Al final no se operó, y se mejoró sin cirugía. En esos días no existía el tratamiento de hormonas que es para balancearlas.

Escuchábamos de un doctor Chavarría, en Tela, quien había estudiado en Cuba y él conocía la cura de eso, así que fuimos y el doctor le dijo que se aplicara una inyección por mes, y como un año después de estar padeciendo se mejoró. Ahora controlar eso es muy fácil.

Pensamientos, ideales y gustos

¿Líderes mundiales de la historia que usted admire?

No lo comparo con los humanos, pero por supuesto que Jesús, que hecho hombre marcó una historia cuando hablamos de antes y después de cristo.

Como me crie dentro de la iglesia, el hecho que desde niños se nos contaban esas hermosas historias, por supuesto vivía enamorada de Josué y de David, de personajes bíblicos.

Si hablamos de la época moderna, definitivamente no puedo dejar pasar a Nelson Mandela, mi mamá también nos hablaba mucho de Cleopatra también, que fue una mujer que casi llega a dominar el mundo. Mi madre nos hablaba mucho de ella de manera de inculcarme a ser mejor persona y que podría lograr lo que quisiera. También admiro mucho a Barack Obama, no hay para donde.

¿Hay algo a lo que le tema?

He luchado mucho con lo del encierro, por ejemplo, cuando me hago resonancias. Tengo como claustrofobia. También, le tengo miedo a la muerte, pero más a la muerte no de morirme yo, sino de personas cercanas, personas que quiero, perder un ser querido.

¿Qué le da fortaleza cada día?

Dios definitivamente, como cristiana tiene que ser Dios, sin lugar a dudas. Luego, mi familia, mis hijas son una gran fortaleza. Tengo un esposo admirable, nos hemos aguantado mutuamente, pero eso es parte de la vida, es parte de la vida de esposos, y que cada cosa sea para bien. Podemos dar gracias a Dios por la vida de nuestras hijas que ya cumplirán los 30 años.

¿Hay algo que lo haga enojar?

Si me enojo, pero trato siempre de controlarme, muy de vez en cuando pierdo los estribos. Pero si me enoja que me mientan porque yo soy una persona muy apegada a la verdad, soy una persona muy veraz y no tolero a las personas que mienten.

Otra cosa que más que enojarme me entristece son las personas que abusan de los más pequeños, ya sea pequeño en edad, o pequeño en tamaño o capacidades o académicamente, personas que cuando alguien tiene una desventaja se aprovechan de eso.

Por ejemplo, yo no soporto ver las películas sobra la época de la esclavitud, eso no lo soporto, a esa relación me refiero al que impone poder sobre otros.

¿Cuál ha sido el mayor reto de su vida y que logró vencer?

Ya con nuestras dos hijas, mi esposo y yo salimos del país a estudiar, nos fuimos a un país europeo, lo que no fue absolutamente nada fácil, ya que es un país muy caro, un país difícil donde ser extranjero. Pues, aprender el idioma fue un reto enorme, específicamente fue el francés, sumamente complicado.

Había semanas que yo me levantaba y yo decía ‘señor tiro la toalla, me regreso para Honduras o sigo. Hasta que tomaba le decisión de quedarme y me animaba de nuevo y seguía con el apoyo de mi esposo y de mis hijas. Aprendí el idioma, tuve que hacerlo ya que estaba sacando la especialidad allá.

¿Qué es lo que más valora de su profesión?

Me gusta animar al paciente, por muy difícil que sea el diagnóstico darle esperanzas y no quitarle las ganas de vivir y continuar adelante.

¿Según su opinión, qué le hace falta a Honduras para ser la nación que debería ser?

Primero le diré lo que le sobra, le sobran buenas personas, pero ahí mismo le falta que esas buenas personas tengan el apoyo necesario, la orientación para que esas buenas personas puedan encaminarse y lograr una Honduras mejor. Tenemos la madera, pero falta pulir esa madera. Como autoridades gubernamentales nos está faltando mucho para ofrecer las oportunidades, nos falta muchísimo.

Edinora Brooks: ya van a ver lo que yo puedo hacer
¿Qué le atrajo de la política?

Tengo dos puntos de vista, uno antes de estar en el Congreso, donde decía voy a llegar y voy a hacer cambios, y dar todo lo mejor de mí para hacer esos cambios, y ya van a ver lo que yo puedo hacer.

Pero, ahora que ya estamos ‘subidos en el macho’ como se dice popularmente. Entonces, el mayor reto que tengo es ser una política diferente, donde una persona entre los 128 diputados quizás no puede hacer mucho pero sí tratar de influir sin imponer, para demostrar que sí se puede lograr y hacer cosas para encaminar al país al desarrollo.

¿Qué es la música para usted?

Desde que era niño mi mamá intentó que yo aprendiera piano, recuerdo que había una señora que vendía un piano por 300 lempiras, de repente cuando fuimos a ver el piano, nos dimos cuenta que una vez teniendo el piano quién me iba a enseñar. Al final, no compramos el piano y me dediqué a cantar, con la oportunidad de que en la iglesia se canta mucho, y uno canta para Dios e inspirar y elevar el e4spiritu, eso es lo que yo siento cuando canto. La música inspira, altera las emociones y sentimientos, pero hay que procurar que esa alteración sea en positivo y no escuchar cualquier cosa.

Hábleme sobre sus gustos musicales.

Soy una romántica incurable y empedernida, y hay alguna música pop que me atrae. Soy admiradora permanente de Michael Jackson, por supuesto de Witney Houston, me crié escuchando a Lionel Ritchie, Stevie Wonder y también conocí a muchos cantantes franceses que me sorprendieron, ya que muchos compusieron canciones que uno creía las habían compuesto músicos norteamericanos, pero que en realidad solo hicieron la traducción. Por ejemplo, la canción que popularizó Frank Sinatra, My Way, en realidad es un cantante francés quien hizo esa canción.

Y conociendo el otro lado del mundo a uno se le abre el panorama y empieza a escuchar música más diversa. En general, soy fanática de la música romántica, me encanta y me fascina es merengue y también la punta. Aunque no soy gran bailadora, pero intento bailar. Por supuesto también me encanta la música cristiana la cual siempre ha estado en mi vida.

¿Practica algún deporte?

Me cuido mucho la salud, corro 10 kilómetros a diario, cuando no corro hago una rutina de ejercicios, no como dulces, no como tanta carne, solo el plátano lo como frito.

¿Cómo es su relación con su esposo?

En general es un matrimonio perfecto y cuando me refiero a perfecto, y me refiero a que necesita todo lo que requiere un matrimonio para serlo, altos y bajos, pero gracias a Dios más altos que bajos.

Mi esposo es un hombre sumamente ocupado, y siempre has sido así, entonces, de repente yo en actividades del hogar, y en el tiempo que habían nacido mis hijas yo había dejado de cantar, vivíamos en Valle de Ángeles, pero una vez que las niñas iban creciendo, lo que me propuse entonces es que para que tuviéramos tiempo que compartir con mi esposo yo no iba a dejar de cantar. Además, el dirige el grupo de canto cristiano, el cual ya tiene más de 37 años, él no lo iba a dejar, entonces para que tuviéramos tiempo juntos también decidí no dejar el grupo. Por eso practicamos juntos, salimos fuera de la ciudad o del país para ir a cantar, todo eso es tiempo juntos y nos acerca más.


¿Cómo lo conoció, cree que Dios ya lo tenía apartado para usted?

Un día yo estaba en la Facultad de Medicina, para ser exactos el 20 de julio de 1982 e iba un poco tarde para mi clase de las dos de la tarde, la clase de Anatomía. Iba subiendo las gradas, pero no me permitían subir las gradas tres personas que iban enfrente de mí, era un muchacho alto, negro, delgado, llevaba saco en pleno julio, y en la Facultad de Medicina lo acompañaba una señora con un niño de seis o siete años.

Cuando al fin llegamos al segundo piso, ellos tomaron hacía la izquierda, yo hacía la derecha donde se encuentran los cadáveres y se hacen los estudios de anatomía macroscópica, eso fue un miércoles. El sábado, cuando yo fui a la iglesia me dijeron que necesitaba ayuda ya que venía una visita y no habla español, pero sí inglés, lo fui a buscar dentro de la iglesia y cuando voy era exactamente la misma persona que yo vi el miércoles en la Facultad.

Luego yo fui a una iglesia ubicada por el Country Club, y pasó un año desde que no nos volvimos a ver, pero luego él fue a la iglesia del Country, y me dijo que tenían un grupo que cantaba en la iglesia del Tepeyac y me invitó a ir, entonces dijo los días de práctica, yo agarré a mi sobrino y me fui a la práctica. Luego, me invitó a cenar, y pues eso pasó hace 35 años ya.

Me llamaba la atención no fue a primera vista, pero él era un muchacho muy particular, detallista, él sabe cómo hacer sentir bien a una mujer y así me fue ganando.

¿Cuál es su comida favorita?

Me encantan los frijoles, la sopa de frijoles me encanta, los frijoles licuados y los parados, pero como guisados con cebollita. Me encanta el plátano frito también, el pescado y el arroz.

¿Tiene mascotas?

Sí, se llama Shadow, es una perrita que mis hijas trajeron a la casa, pero yo paso con la perrita ya que mis hijas se encuentran estudiando su especialidad en cirugía.

Me encantan los perritos, todos los animales en general. En mi casa teníamos gallinas, me gustan las aves, tengo un poco de fobia a las serpientes, no las puedo ver ni en la tele, me encantan los caballos. Soy amante de la naturaleza en general, es una bendición.

¿Qué es lo más loco que ha hecho?

Me encanta contar chistes, mis hijas siempre me dicen que cuente aquel chiste o el otro, incluso en las bodas yo cuento chistes y quizás hay gente que no conozco. Tengo mis dos chistes estrella, ni mis hijas ni mi esposo son buenos para los chistes, y no solo eso, sino que no les entienden, si no es hasta dos horas después que vienen a reírse.

Algo loco no se me ocurre, siempre he tenido mucha precaución y muy cauta, mido muy bien las cosas para no meter la pata. Hago las cosas bien medidas y bien segura, soy muy prudente. No doy un paso a lo loco.

Alguna filosofía de vida que le gustaría compartir

Siempre se aprende más de las experiencias difíciles que si todo sale bien, y que absolutamente todo en la vida sirve, lo bueno y lo malo. Pero, se aprende más de lo malo o de las malas experiencias y con más experiencias más se madura en la vida.

En esta amena platica conocimos desde otro ángulo un poco sobre la vida de Edinora Brooks, madre, amante de la música, entregada a su familia, pero sobre todo a Dios, nos compartió diferentes ámbitos de la vida de una mujer que ha sabido tomar la mejor enseñanza de cada momento de vivido, donde lo principal ha sido la entrega a Dios, para lograr los mejores resultados. Diario Tiempo le agradece a Edinora Brooks por esta experiencia y le desea lo mejor en sus próximos proyectos y metas personales y los destinados a mejorar a Honduras.

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