TEGUCIGALPA, HONDURAS. Samuel Francisco Santos Fuentes nació en Tela, Atlántida, él es médico de profesión y también se desempeña como vicepresidente del Colegio Médico de Honduras. Diario TIEMPO Digital tuvo una amena platica con él, en donde no solo reveló detalles de su vida privada, sino, también de la actual crisis sanitaria del país.
El doctor Santos es uno de los tantos galenos que día a día luchan en primera línea contra el COVID-19. También, durante la conversación con TIEMPO dio una valoración, de cómo el gobierno ha manejado la pandemia.
En primera instancia el galeno contó que nació 17 de junio de 1964 en el hospital de la Tela Railroad Company, pues su progenitor trabajaba para dicha empresa.
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A continuación el dialogo con el doctor Samuel Santos
Coméntenos ¿Cómo fue la infancia de Samuel Santos?
Fuimos criados en Tela, vivimos primero en la zona de la compañía Tela Railroad Company, mi padre trabajaba allí. Luego él dejó de trabajar en la compañía y se dedicó a sus negocios personales.
Mi infancia fue maravillosa, crecer en Tela en ese tiempo era una fiesta, todavía Tela es maravillosa. Había ríos, había playas, montañas. Teníamos un grupo de amigos excelentes, muy unidos.
Nosotros vivíamos en un barrio donde particularmente la mayoría de mis amigos eran de raza negra (garifunas), había muchos habitantes de esta etnia en mi pueblo. Con ellos hice mis primeras amistades como Jorge Arzú y de muchas personas destacables en el deporte. Tengo gratos recuerdos de mi infancia, fue maravillosa. También, forjé una gran amistad con mis compañeros de escuela y aún persisten.
Mi infancia era de andar en bicicleta, en caballo, en cayuco y de mucha diversión; también de mucho estudio porque la escuela donde yo estudiaba era de mucha disciplina. La directora de la escuela era bastante disciplinada, todos le teníamos miedo, pero eso nos ayudó a forjar el carácter y la fortaleza para luchar por nuestros sueños.
Samuel Santos ¿Cómo fue durante su infancia?
Se ríe. Era un problema para mi mamá, sobretodo porque desde antes de los cinco años me escapaba, era bastante inquieto; en oportunidades mi mamá tenía que amarrarme a la pata de la mesa de la cocina para que no me fuera. No sé por qué razón siempre me le escapaba. Me gustaba irme al cementerio de la Tela Railroad Company, allí me iba a meter yo. No sé por qué, allí había frutas, me atraía y me gustaba la soledad del cementerio.
En varias ocasiones me tuvieron que andar buscando en el cementerio, me escapaba y creo que allí hice mis amigos imaginarios. Era bastante inquieto, me gustaba descubrir cosas nuevas.
¿Dónde realizó todos sus estudios?
Ingresé a una escuela de curas, la Escuela Parroquial La Milagrosa, allí estudie la primara. Luego estudie la secundaria en el instituto Rafael Cruz, allí estudie mi bachillerato. Desde muy pequeños teníamos claro que íbamos a ser médicos.
Mi mamá nos inculcó desde muy pequeños, porque ella tenía el sueño de que fuéramos médicos. Siempre que íbamos a consulta nos ponía una bata y que ella bordaba, y decía doctor Santos. Nos inculcó el amor a la medicina.
¿Pensó en algún momento estudiar otra carrera no afín al área de la salud?
Siempre supe que iba a estudiar medicina. De hecho, cuando estábamos en la primara un compañero nuestro tuvo un accidente, estábamos jugando béisbol soltó el bate y se partió la oreja por la mitad, todos salieron corriendo. Yo me quedé, recogí el pedazo de oreja y se lo mantuve puesto y así llenos de sangre nos fuimos a buscar al padre y luego nos fuimos al hospital de la compañía. El médico de turno pudo cocerle la oreja y ponerla en su lugar.
Ya tenía yo esa vocación de salvar. Esa mi primera vez que tuve ese impulso de ayudar a alguien que tenía problemas de salud; tenía nueve años cuando eso ocurrió. Quería ser médico, la mayoría de mis compañeros querían ser abogados.
En una fila yo me puse de último porque estaban presionando para que estudiara derecho. Cuando llegué a la universidad ya tenía claro que quería ser médico y luego pediatra.
¿Cómo fue la vida universitaria de Samuel Santos?
Fue muy agitada, con muchos peligros. En esa época fundamos un frente estudiantil para evitar que se cerrara la facultad de Medicina. Corrimos bastante riesgo, eran los años 80, época de los desaparecidos y fuimos amenazados muchas veces por las luchas que realizábamos. Gracias a Dios pudimos avanzar en la carrera y posteriormente graduarnos de médico general
Luego llegué a la especialidad en la Universidad San Carlos de Guatemala donde logramos obtener el título de pediatra y posteriormente una subespecialidad.
¿Cómo es la relación de Samuel Santos con sus seres queridos?
Somos bastantes unidos, somos una familia pequeña; la mayoría de la familia por parte de mi padre vive en El Salvador, él era de allá. Por situaciones de la vida se tuvo que hacer migración, la mayoría de mi familia vive fuera del país. Por parte de mi madre, la mayoría vive en Estados Unidos.
Pero, siempre somos unidos, pasamos pendientes unos de otros con mis hermanos y no llevamos bien. Tuvimos un impacto muy fuerte que fue la muerte de mi hermano menor, el falleció a los 35 años a causa de una leucemia; ese fue un golpe duro para nosotros en el 2008, fue una día trágico, marcó nuestras vidas. La unidad familiar no ayudó a aceptar la voluntad de Dios.
Mi relación con mis hijos y esposa es muy buena. Actualmente mis hijos están estudiando en la universidad en los Estados Unidos. A uno de mis hijos le gusta la enfermería, su mamá es enfermera profesional y le gusta la veterinaria.
Esta pandemia nos ha arrebatado familiares. A mí en particular por parte de la familia de mi padre, hemos perdido primos, familiares políticos. Nos ha marcado esta pandemia. Ninguna familia en Honduras y el mundo puede decir que el COVID-19 no los ha tocado. La unidad nos ha ayudado, es una situación bastante compleja de explicar.
Santos: La pandemia demostró lo que nosotros hemos denunciado desde el principio
¿La pandemia del COVID-19 hizo que el sistema de salud colapsara?
No, la pandemia solo vino a demostrar lo que nosotros desde inicio de este siglo hemos estado denunciando. Tengo 20 años de estar diciendo que el sistema de salud de Honduras está colapsado. Colapsado no significa el número de pacientes, sino, que no hay lo mínimo necesario para atender a los pacientes.
También, la ausencia de personal de personal médico y de enfermería. No tenemos suficientes medicamentos. El sistema de salud de Honduras no colapsa por la pandemia, ya estaba colapsado.
A nivel nacional solo hay 26 médicos intensivistas con lo cual nosotros tenemos que hacerle frente a la pandemia. También, solo hay seis neumólogos en Honduras. El sistema de salud está colapsado desde hace años. Nosotros no hemos trabajado en la organización de un sistema de salud que pueda darle respuesta a cualquier enfermedad.
Si el día de hoy tuviéramos en Honduras 200 casos de COVID-19 en UCI, no podríamos atenderlos. Por lo tanto, para nosotros que el sistema de salud este colapsado no es noticia. Los políticos dicen que no ha colapsado porque ellos creen que es el número de casos.
¿Están funcionando el primer y segundo nivel de atención?
Cuando un ministro de salud dice que atendió miles de casos en los hospitales, está aceptando que el sistema de salud está colapsado. Los pacientes deben ser atendidos en diferentes niveles; cuando la mayoría de los pacientes tienen que ir a un hospital es porque los centros de salud en su primer y segundo nivel no están funcionando, estos ya están colapsados.
En los hospitales atendemos en el tercer nivel. No estamos viendo lo que ocurre en las periferias, lo que está pasando en las comunidades rurales con los ancianitos. Lo anterior significa que la pandemia ya se fue a las zonas rurales y esta gente no va a llegar a los hospitales.
No hemos controlado nada. Para finales de este mes, los contagios nuevamente en las zonas urbanas como San Pedro Sula y Tegucigalpa aumentará, y vamos a tener la misma situación de junio donde no encontrábamos cupos en los hospitales. Vamos a ver un aumento en la mortalidad en las zonas urbanas.
¿A cuánto ascendería el número de personas contagiadas si se realizaran 3,000 pruebas PCR al día?
El cálculo que nosotros tenemos actualmente, es que ya tuvimos casi 300 mil hondureños con COVID-19. Estamos viendo que casi el 50% de las pruebas que se están haciendo están saliendo positivas; significaría que si hoy hacemos 300 mil pruebas a nivel nacional, 150 mil saldrían positivas.
También, hay otra situación y es que no se está haciendo un adecuado manejo de la mortalidad porque los pacientes que mueren no se les hace una prueba y esos no los incluyen en la mortalidad. La asociación de funerarias de Honduras ha dicho que son más de 5,000 muertos, nosotros podríamos decir que son entre 7,000 y 10 mil muertos. La tasa de letalidad en Honduras anda en un 8 o 9%.
¿Cómo CMH han tenido acceso a ver los hospitales móviles que ya se han instalado?
No nos invitaron, no nos van a invitar porque vamos a decir la realidad. Sin embargo, varios colegas como el doctor Omar Jananía, fue enfático y dijo que los hospitales móviles no eran aptos para atender enfermedades infecciosas como el COVID-19. No son hospitales nuevos, son de segunda mano. Fueron a comprar estas chatarras que ya habían sido utilizadas en conflictos bélicos. Se presenció cuando el Ministerio Público presentó las fotografías de cómo estaban de oxidados.
Esos hospitales son trampas mortales, el médico que entre allí se va a infectar. No hay espacios entre cada cama.
A su criterio ¿Cómo ha sido el manejo de la pandemia por parte del Gobierno?
Lo mandaríamos a recuperación, a las olimpiadas como dicen los jóvenes de secundaria. Están aplazados, no han hecho un adecuado manejo de la pandemia. Lo que se ha hecho, es un negocio de la pandemia, es un negocio donde van a haber muertos por Covid, enfermos graves por Covid, nuevos pobres por Covid y nuevos millonarios por Covid.
No ha habido un manejo adecuado, todo está mal manejado. Sinager está manejado por abogados e ingenieros, y no es que sean malos en su campo, lo que sí, es que no está preparados para manejar una pandemia. Eso se lo hubieran dejado a la academia, a los médicos y los científicos.
Para finalizar, el doctor Santos manifestó que el tiempo les dará la razón sobre como el gobierno ha manejado la pandemia del COVID-19.
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